El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó dos nuevos proyectos para Argentina. Uno es para hacer accesible el transporte público a 5 millones de usuarios vulnerables del Área Metropolitana de Buenos Aires y el otro para mejorar el esquema de subsidios a la electricidad para usuarios residenciales. Ambos suman US$1.000 millones.
Estos proyectos ayudarán a impulsar reformas que mejoren la eficiencia y la prestación de servicios públicos en los sectores de transporte y electricidad, al tiempo que protegen a la población más vulnerable a través de tarifas sociales”, afirmó Marianne Fay, Directora del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay.
El proyecto de “Apoyo a la Sostenibilidad y Equidad del Transporte Público”, de 500 millones de dólares, financiará el programa de tarifa social, que ofrece un descuento del 55 por ciento en el pasaje en 61 localidades del país donde funciona la tarjeta del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE). Los beneficiarios de la tarifa social son jubilados, pensionados y titulares de la Asignación Universal de Ingresos (AUH). El programa también apoyará el sistema nacional integrado de boletos, que ofrece un descuento del 50 por ciento en el primer transbordo y del 75 por ciento en los siguientes.
Además, el proyecto trabajará en la optimización de las rutas de autobuses para que coincidan con los patrones de movilidad actuales y en evolución, para mejorar la eficiencia y reducir la superposición de servicios, y capacitará a inspectores y conductores sobre cómo prevenir y responder al acoso sexual en el transporte público.
Por último, el proyecto también apoyará el desarrollo de una estrategia para la transición de la flota de autobuses del Área Metropolitana de Buenos Aires a vehículos de bajas emisiones y para desarrollar planes de contingencia para eventos climáticos extremos.
En tanto, el otro proyecto de 500 millones de dólares está destinado al “Apoyo a la transición hacia un sector eléctrico sostenible”, que ayudará a proteger a los usuarios de electricidad de bajos ingresos a través de tarifas subsidiadas y apoyará la mejora del Registro de Acceso a Subsidios a la Energía (RASE) y contribuirá a desarrollar nuevos mecanismos para capturar información disponible en otros registros.
Según lo comunicado por el Banco Mundial, con el nuevo proyecto se espera que el esquema de subsidios sea más eficiente e introduzca incentivos a la eficiencia energética, reduciendo así el consumo eléctrico. Actualmente, de al menos un millón de usuarios registrados en el RASE, no se cuenta con información socioeconómica que pueda ser verificada.
Ambos proyectos son préstamos con margen variable, tienen un plazo de vencimiento de 32 años y un período de gracia de 7 años.