
Bien temprano, desde el campo donde trabajaba el beato Wenceslao, se inició la peregrinación hasta la parroquia Sagrado Corazón de Sañogasta en conmemoración al asesinato del laico -ahora beatoWenceslao Pedernera, en la noche del 26 de Julio de 1976 durante la dictadura cívico militar.
Además, se celebró el jubileo de los campesinos, en el contexto del Año Santo Jubilar de la Iglesia Católica para honrar a los agricultores, la agricultura familiar y el respeto al medio ambiente.
Participaron las comunidades rurales de la zona y otras que peregrinan desde hace años a este pueblo del departamento Chilecito donde Wenceslao trabajaba la tierra.
Los oficios fueron presididos por monseñor Braida que, a la llegada a la parroquia, se instaló por delante de un arco de palmas, flores y cintas que a modo de las puertas santas que abrió el fallecido Papa Francisco en Roma por el año jubilar, -se hace cada 25 años simbolizan la reconciliación con Dios y la renovación espiritual.
Luego tomando las cintas que colgaban del arco con los mensajes de los peregrinos se ingresó a la parroquia para la misa concelebrada con varios sacerdotes. A las 13 se realizó un almuerzo compartido.
Cuarenta y siete años después del asesinato de Pedernera, la justicia riojana condenó a prisión perpetua al ex gendarme Eduardo Abelardo Britos, quien estaba a cargo del Escuadrón de Gendarmería de Chilecito, cuando en la noche del 25 de julio de 1976, tres encapuchados entraron en la casa de Wenceslao Pedernera para asesinarlo. El líder rural, padre de familia y hombre de fe, falleció en el hospital. Era parte de la pastoral social del también asesinado obispo Angelelli que junto a los curas de Chamical fueron declarados mártires riojanos y beatos, por haber sido perseguidos por su fe por la dictadura argentina en los años ’70.
Memoria
El padre Miguel La Civita reposteó un escrito sobre Wenceslao de hace un par de años. Decía: campesino, esposo y padre de familia. Hombre sencillo y de pocas palabras. Pero hablaban sus manos en el surco de su pequeña finca en Sañogasta, sacándole a la tierra el pan para sus hijos. Vivió el Evangelio de Jesús, convocando a los pequeños agricultores como él, para cooperativizar lo producido en las fincas. Trató de que el producto de la tierra no cayera en manos de los que se enriquecen con el sudor ajeno, sino que fuera más pan y dignidad en sus familias. Integrante del Movimiento Rural desarticulado por la calumnia, la persecución y la sospecha de los señores de turno que veían peligrar sus intereses al ver una Iglesia al servicio de los pobres”.