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Casas advirtió que el acuerdo con EE.UU genera más deuda

La recuperación de la confianza, la estabilidad cambiaria y la reducción del “pánico financiero” generada por la intervención de EE.UU en la economía argentina significan a futuro más deuda y dependencia con “pérdida de soberanía económica” porque Argentina queda condicionada a “los lineamientos que imponga Washington”, evaluó el legislador Sergio Casas.



En la semana previa a las elecciones del domingo 26 del mes pasado, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, encabezado por Scott Bessent, decidió intervenir directamente en el mercado financiero argentino con la compra de pesos argentinos y venta de dólares en el mercado cambiario para frenar la caída de la moneda argentina frente al dólar y contener la devaluación. Además, EE.UU otorgó una línea de crédito (swap cambiario) por aproximadamente 20.000 millones de dólares y se iniciaron negociaciones para sumar financiamiento privado complementario en bancos internacionales y fondos de inversión hasta 20.000 millones de dólares, que se sumaría al swap estatal. En total, el paquete de respaldo podría alcanzar los 40.000 millones de dólares.

Estabilidad cambiaria

El diputado nacional evaluó las consecuencias que implica este acuerdo que, además influenció en cierta medida en el resultado electoral.

Entre las positivas, el ex gobernador y actual legislador con activa participación en las sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación reconoció que el “ingreso de dólares provenientes del Tesoro estadounidense y de bancos privados fortaleció las reservas del Banco Central generando una mayor capacidad de respuesta ante crisis cambiarias, garantiza importaciones esenciales y reduce el riesgo de default en el corto plazo”. También contribuyó a la estabilidad cambiaria porque “una menor volatilidad del dólar ayuda a moderar las expectativas inflacionarias y puede generar un clima de mayor previsibilidad para empresas y consumidores, con mucho riesgo de que sea temporal”.

Lo mismo pasa con la recuperación de la confianza por parte de los inversores privados y extranjeros que puede “mejorar el acceso al crédito, favorecer la inversión privada y disminuir momentáneamente el riesgo país por lo que hasta ahora esa confianza es parcial”.

Hasta ahora se redujo el “pánico financiero” porque el Banco Central dispone de más herramientas para intervenir frente a una corrida cambiaria. Esa percepción puede desalentar la compra masiva de dólares por parte de los ahorristas y evitar una crisis inmediata”.

Dependencia financiera

Casas también analizó las consecuencias negativas y consideró muy grave “la pérdida de soberanía económica. Al aceptar asistencia directa del Tesoro estadounidense, Argentina queda condicionada a los lineamientos que imponga Washington. Esto reduce el margen de maniobra del Gobierno para definir su propia política económica y puede afectar decisiones sobre gasto público, subsidios o tarifas” con el impacto en la población.

Ahora habrá “endeudamiento y dependencia financiera porque los dólares obtenidos deberán devolverse con intereses o garantías. Si el Banco Central utiliza esos fondos para sostener el tipo de cambio, se incrementa la deuda sin resolver las causas estructurales de la crisis. Efectividad limitada y riesgo de fracaso. El efecto estabilizador puede ser temporal. Sin una política fiscal y monetaria consistente, el alivio inicial podría desaparecer, dejando al país nuevamente vulnerable”.

Más ajuste

El legislador analizó el impacto social y distributivo de la ayuda otorgada por EE.UU porque “suelen incluir compromisos de austeridad fiscal. Esto puede derivar en recortes presupuestarios y afectar el poder adquisitivo de los sectores más vulnerables” más un riesgo geopolítico en caso de “generar fricciones con otros socios estratégicos como China o Brasil, reduciendo la autonomía diplomática de Argentina”. Otro riesgo es que en Estados Unidos ocurra un cambio político, en otras palabras, que Trump no continúe en el poder o la oposición lo obligue a cambiar de rumbo que “modifiquen los términos de la asistencia, dejando a la Argentina expuesta a un giro abrupto en la política de cooperación”.