
El abogado querellante del caso Thiara, Dr. Sergio Gómez, en conferencia de prensa, brindó detalles sobre las pruebas que llegaron desde la provincia de Salta, en el marco de la investigación que se desarrolla en el Juzgado de Instrucción de Violencia de Género y Protección Integral de Menores N°2, a cargo de la Dra. Flamini. Cabe recordar que la menor apareció calcinada en un descampado del barrio Vargas en el año 2023.
“Es muy triste confirmar esta noticia”, comenzaba el letrado, al referirse al “avance considerable y rotundo de la causa”. Informó en ese sentido, que hay dos pruebas fundamentales reveladas en el día de ayer que justificarían el cambio de caratula. La primera de ellas se funda el informe histopatológico, realizada por el médico forense, la que determinó que la menor falleció por asfixia y sofocación advertido por la presencia de hollín y carbón en el conducto traqueal lo que la llevó al deceso.
Situación que investigó la División de homicidios, llegando a la conclusión de que el autor del crimen fue Carlos Rivera, supuesto pastor.
Otra de las pruebas reveladas, fue la confirmación de ADN, que indica que los restos biológicos encontrados en las prendas íntimas de la víctima, pertenecen a Rivera, confirmando que la menor fue víctima de un ataque sexual. “entonces compartimos como querellantes la decisión de la magistrada de correr vista, para que se revisen estos dos elementos de prueba que pueden incorporar nuevo agravantes a la calificación que pesa sobre el acusado que es la de femicidio.”
Con respecto a esta figura penal, Gómez aclaró que la pena única en este caso es la prisión perpetua. “Pero entendemos que por lo menos concurre criminis causa, otro agravante que lleva la perpetua”.
Del mismo modo, refirió que otro de los agravantes seria la alevosía y el ensañamiento. “Tenemos fundados criterios para entender que el sufrimiento de Thiara no debe pasar desapercibido en cuanto a la calificación”.
Para contextualizar lo ocurrido, el abogado precisó que la niña se encontraba en una situación de vulnerabilidad, por un lado por la edad y por otro por el contexto familiar, ya que los padres se encontraban separados, por lo que ella pasaba tiempo alternados con ambos progenitores. “Por lo que el acusado se hacía pasar por pastor para captar jóvenes y acercarlo a sus prácticas religiosas, es así como llega Thiara en busca de apoyo y contención, situación que aprovecho Rivera para perpetrar el ataque.