Así lo expresó Angélica Rodríguez Vázquez, quien participa en la mesa: La economía de las y los trabajadores desde una perspectiva de género, que se desarrolla en el marco del IV Encuentro Latinoamericano de la Economía de los Trabajadores, que se realiza en el Salón Coty Agost Carreño del Paseo Cultural.
Angélica Rodríguez Vázquez, trabajadora de Colombia, participó del IV Encuentro Latinoamericano de la Economía de los Trabajadores para hablar de la realidad laboral de las trabajadoras y sostuvo que es necesario plantear esta situación “era necesario ya que los procesos pueden ser largos, pero tienen que ser acciones concretas, y que haya una pesa específica para hablar de esta temática “La economía de las y los trabajadores desde una perspectiva de género”, creo que es un avance importante, porque ya nos están dando insumos para lineamientos no solo para los próximos encuentros, sino también para llevar a las organizaciones en las cuales estamos; en los territorios que estemos, desprivatizar las realidades íntimas, desprivatizar las violencias, pero también hablar de otras economías, de otros modelos, de economías para la vida y transformadoras; herramientas que se puedan aterrizar en la cotidianidad”.
Además, comentó que vienen desarrollando una propuesta Mujeres que tejen en América Latina y El Caribe, y es construir desde la palabra tejido, que significa escritura, la historia, esa historia la cual ha sido negada, invisibilizada y es cómo hemos sido protagonistas en nuestros territorios para el sostenimiento de la vida, de la economía y de construcción política y social, cómo somos importantes para la transformación económica de nuestros territorios”.
En otro punto, Rodríguez Vázquez se refirió a la violencia económica hacia las mujeres, “en Colombia hay un porcentaje muy alto de mujeres que se dedican a mayordomía informal, esa economía donde no hay garantía de derechos, y se realizó un trabajo intenso, porque nosotros vivimos una flexibilización laboral desde hace muchos años, y esa llevo al detrimento a esa garantía de derechos para las mujeres. En este último gobierno hay un trabajo intenso para visibilizar las precariedades de las trabajadoras”.
“Las mujeres en los territorios como Bogotá, donde se registran las tazas de violencias muy altas, con ejercicios misóginos en la cotidianidad, tenemos casos de quemaduras de mujeres por ácidos, esas prácticas no han cambiado, están ahí; las enfrentan día a día. Ahora se está invirtiendo en ejercicios económicos, de autogestión comunitarios o cooperativas, pero queda corto con una realidad marcada por la violencia histórica existe”.
En este punto, Vázquez sostuvo que “hay un patriarcado muy persistente donde no hay muchos espacios para las mujeres, no pueden participar de debates públicos, a formarse, donde no hay una formación de carácter político”.
Haciendo una contraposición con Argentina, Angélica resaltó que “hacer un sistema comparado para América Latina, es desesperanzador, porque pareciera que cuando uno avanza se retrocede muy rápidamente, eso tiene que ver con las políticas de Estado. Vemos cómo mujeres reclamaron sus derechos, pero hoy vemos como están siendo atacadas, nos da un espejo de lo que puede pasar. Lo importante es que los espacios se amplíen, donde las mujeres puedan compartir sus experiencias, puedan hablar y decir lo que han callado”.