El permiso incluido en el Art 1º de la Ley N° 10.298 de la Cámara de Diputados, declara como feriado especial un nuevo aniversario del asesinato del Gral. Angel Vicente Peñaloza "El Chacho", quién enfrentó al Gobierno nacional en su lucha por alcanzar el tan ansiado federalismo que, aún hoy, sigue más vigente que nunca.
En recordación del 161º aniversario del último bastión de la resistencia al centralismo porteño, asesinado el 12 de noviembre de 1863, se han adoptado las medidas necesarias para salvaguardar la atención en salud y fuerzas vivas, sin embargo se informó desde la empresa prestataria del servicio energético (EDELAR), que sus oficinas permanecerán cerradas al igual que Casa central y anexos del Banco Rioja: mientras que la Obra Social no habrá atención al público, reestableciéndose toda gestión mañana miércoles al igual que en establecimientos escolares y Administración Central, atento la adhesión al feriado establecido por fuerza de Ley.
Por su parte la delegación de Córdoba de APOS atenderá con normalidad en su horario habitual, mientras que FARMAPOS hará lo propio pero sin recepción de lo atinente en Planes Especiales; mientras que APOS 24 solo contemplará urgencias y emergencias, sin programación en consultorios.
La empresa de transporte Rioja Bus, comenzó su recorrido a las 06 de la mañana con una frecuencia de 25 minutos aproximadamente, mientras que las líneas rurales funcionan de manera normal, en sus correspondientes horarios habituales.
La banca privada y nacional que opera en la provincia, al igual que las delegaciones pertinentes, trabajarán con absoluta normalidad.
Narrativa histórica
Con el asesinato de "El Chacho", habían eliminado la última resistencia federal que tuvo a maltraer al gobierno porteño.
Facundo Quiroga, el Tigre de los Llanos, le decía "Chachito". El apodo se lo puso involuntariamente Pedro Vicente Peñaloza, el tío cura que lo había criado y que vaya a saber por qué no podía pronunciar correctamente "muchacho", de niño Angel Vicente Peñaloza fue el Chacho. Nació en Guaja, La Rioja el 2 de octubre de 1798 en un caserío a la vera de la ruta provincial 29. Era de mediana estatura, tez blanca, ojos azules y pelo rubio, de bisabuelo aragonés y de una antigua familia riojana. Desde joven estuvo en la milicia. Fue herido por primera vez en El Tala, en 1826, cuando recibió un lanzazo en su costado, peleando junto a Quiroga. Se hizo conocido por la arriesgada maniobra de enlazar cañones enemigos. En ese combate fue ascendido a capitán. Lo de los cañones lo repetiría en La Tablada y Oncativo. Bueno, tranquilo y leal, en 1822 se había casado con Victoria Romero, una chica de una familia de buen pasar de Tama. Tuvieron una hija, Anita y adoptaron a un varón, Indalecio, huérfano de un familiar. En el combate de La Ciudadela fue ascendido a teniente coronel. Siguió enlazando cañones y su fama y arrojo lo llevó a ser jefe de la escolta de Quiroga.
Cuando en 1835 asesinaron a Facundo, quedó como segundo de Tomás Brizuela y fue nombrado comandante de milicias. En La Rioja había malestar hacia Juan Manuel de Rosas, ya que sospechaban que había tenido que ver con la muerte de Quiroga y estaban cansados de su política centralista, lo que llevó en 1840 a pronunciarse contra el Restaurador. Se hizo unitario para defender a su provincia.
Encaró una guerra de guerrillas en esta provincia, ocupada por el fraile Aldao. Muertos Brizuela y Lavalle, luego de la derrota en Rodeo del Medio, tuvo que exiliarse en Chile. Volvió en abril de 1842 y continuó la guerra en el norte pero fue derrotado en El Manantial. En esa batalla, cuando un grupo de enemigos lo tenía acorralado, su esposa, a la que apodaban "la Chacha" y que cabalgaba junto a él, reunió a un grupo de soldados y lo salvó. La mujer recibió un sablazo, cayó del caballo pero fue rescatada. Esa herida le dejó una cicatriz que iba de la frente a la boca, que ella disimulaba con un manto.