Rodrigo Moreira, médico pediatra toxicológico explicó que el término "Sumisión Química", la importancia de hablar, cómo prevenirla y sus síntomas. Pide a la sociedad estar alerta ante algún cambio de actitud en una persona cuando asiste a una fiesta o boliche.
En contacto con Medios El Independiente, Moreira señaló en primera instancia, “la sumisión química consisten en la administración de una sustancia psicoactiva que altera la voluntad de la persona, su poder de decisión sobre todo. Hace que la persona pierda su propia voluntad haciéndola pasible de sufrir algún acto violento, Al hacer este tipo de actos es delictivo, robo o agresión de tipo sexual. Tal vez lo hemos visto, escuchado mucho en ciudades más grandes, pero es algo que debemos conocer para prevenir. Quizá no se escuchó mucho en la ciudad, pero no dudo que pueda estar sucediendo, y al ser una situación desconocida que una persona puede sufrir sin saberlo. Por eso la necesidad de hablarlo”.
El profesional indicó que “las sustancias son psicoactivas, pueden ser drogas, incluso le mismo alcohol que uno bebe y puede producirlo. En cuanto a los síntomas, la persona comienza a sentir mareos, debilidad corporal, piernas, nauseas, vómitos. Lo habitual es que suceda más que nada en una fiesta, bar, boliche, que es la situación ideal que pueden encontrar los agresores donde la persona está con menos precaución. Lo habitual es que esta sustancia llegue a la bebida de la persona sin saberlo, sin consentimiento, sin conocimiento y lo ingiera. Estando en un lugar de diversión, bebiendo una bebida alcohólica, los síntomas se van a confundir con los efectos propios del alcohol. Quizá se sienta mareada y la pueda atribuir a la bebida alcohólica. Puede suceder en cualquier otro lugar, durante el día, en algún restaurante, club. Esta sustancia puede líquida, pastilla, polvo. Se pueden mezclar con la bebida, cambiarle el sabor, color. A medida que transcurren los minutos la persona puede sentirse con sueño, cansancio o incluso los síntomas pueden tirar para otro lado como excitación, ganas de divertirse, bailar, socializar”.
Asimismo alertó que “los grupos de amigos que salen juntos deben cuidarse entre ellos. Esto le puede pasar tanto a una mujer como hombre. Si vemos que alguien del grupo se alejó, se juntó con gente desconocida, hay que tomarlo como una alerta. Se escucha muchas veces hablar de victimas de viudas negras, este fin de robo suele suceder, y entenderán que la persona por vergüenza no quiere contar, no quiere denunciar. Esa es una de las cosas que decimos, y no hay que callar, hablar con alguien, acudir a un Centro de Salud, policía, hay que activar un protocolo (agresión sexual). Y esta angustia de haber sufrido o pensar que sufrió, es algo que hace mal. Instamos a que la persona cuente”.