Modelos económicos que fracasan; una pandemia que paralizó la producción mundial y una recesión en marcha en la Argentina hacen necesario buscar respuestas económicas con perspectiva humana, según el contador Guerra. En ese contexto habló de desarrollo sostenible que Naciones Unidas lo tiene como objetivo del milenio y combina una alianza estratégica público - privada.
El desarrollo sostenido requiere “participación del sector público con un Estado promotor que mientras atienda los aspectos sociales y ejecute obras de infraestructura, facilite e incentive las inversiones privadas”, explicó Ricardo Guerra en entrevista con Medios El Independiente.
Guerra es contador, dirigente político del justicialismo riojano y ex funcionario de Hacienda de la provincia. Fue senador nacional y actualmente síndico del Banco Rioja.
Antes de dar detalles del modelo sustentable, mencionó las escuelas de pensamiento económico más reconocidas que han pretendido regir, distintos países en períodos de la historia tales como: economía clásica o liberalismo económico (libre mercado); economía neoclásica (escuela austriaca sostenida por el presidente Milei que descree del Estado y defiende la libertad individual en lo económico); marxismo (contrario a la propiedad privada y el libre mercado); keynesianismo (control de la economía por el Estado); escuela de Chicago (libre mercado y monetarismo) y neoliberalismo (liberalismo clásico capitalista, privatizaciones, eficiencia, principios radicalizados).
En relación al neoliberalismo y el keynesianismo, sostuvo que ninguno de estos pensamientos económicos “en su sentido estricto sería de aplicación para la preciada recuperación y el necesario desarrollo” que planteó, primero la pandemia y ahora la crisis que vive el país.
Corresponde recordar que, en Argentina, la dictadura militar de los 80; el gobierno de Menem de los 90 y el gobierno de Macri 2015/19 se identificaron en el neoliberalismo. En cambio, el peronismo y sobre todo el kirchnerismo se embarcaron con el keynesianismo. El anarco capitalismo libertario llevó al extremo las ideas liberales con la escuela austriaca.
Propuesta sustentable
Respecto a una hoja de ruta económica que responda a las demandas sociales dijo que “hay que indagar en modelos futuristas, multifacéticos, integradores, inclusivos, productivos y con perspectiva humana. No en una escuela económica, que suelen caer en dogmatismos, sino en ideas o modelos dinámicos y versátiles” como “la visión del economista Jeffrey Sachs, que se formó en la Universidad de Harvard (Massachusetts) y se destacó “por su trabajo en el campo del desarrollo sostenible, la macroeconomía global y la lucha contra la pobreza. Es profesor de Desarrollo Sostenible y de Política y Gestión de la Salud y asesor de las Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio”.
En desarrollo sostenido se requiere “una activa participación del sector público. No solamente para ejecutar las imprescindibles políticas de corto plazo que reactiven la economía sino también para poner en marcha su transformación con miras al mediano y largo plazo. Para ello será primordial la presencia de un Estado promotor que mientras atienda los aspectos sociales y ejecute obras de infraestructura, facilite e incentive las inversiones privadas construyendo un ámbito de complementariedad positivo que estructure una alianza estratégica público – privada. En ese marco, creo apropiado adoptar los conceptos que propone el profesor Sachs como base sobre la cual diseñar un plan estratégico a implementar”.
Actualmente, Argentina entró en recesión económica, originada en políticas de ajuste del gobierno nacional y para la recuperación será necesario “recomponer el mercado interno y el empleo y luego los mercados internacionales con el comercio exterior”.
Acuerdos políticos
Argentina está entre las naciones con posibilidades de integrar vertical y horizontalmente sus cadenas de producción, a diferencia de otras que dependen mayormente de la importación de productos. En ese sentido posee ventajas comparativas además de oportunidades. Pero, para ello, será necesario tomar decisiones políticas y obtener financiamiento, explicó.
Se necesita “crear un espacio amplio para diseñar grandes consensos sobre políticas activas, constituyéndose este argumento en la ocasión para aunar esfuerzos a fin de lograr un objetivo nacional, en este caso, encaminar la economía” en contexto de recesión.
De ese marco de acuerdos “debe surgir un ambiente favorable a la inversión con incorporación de tecnología, ampliación de fronteras agropecuarias, industrialización de producciones primarias, creación de usinas de energías renovables, exploración y explotación sustentable de yacimientos de minerales estratégicos, entre otras actividades, además de definirse obras de infraestructura necesarias”.
Financiamiento e incentivos
Reconoció Guerra las dificultades para conseguir financiamiento externo para obras de infraestructura “dado el elevado stock de deuda que posee el país, hay que negociar una adecuada restructuración de los vencimientos con los organismos multilaterales, pero llevará tiempo”.
Otras alternativas, “aunque difícil y compleja, es el capital de empresas y particulares connacionales en el exterior al que se podría interesar a través de un programa de incentivos”.
Otras oportunidades “lo configuran las crecientes disputas comerciales entre Estados Unidos y China como así también el comportamiento de este último país respecto a la pandemia, lo que está originando que empresas multinacionales con filiales en su territorio estén considerando su relocalización. Constituiría un importante desafío interesar a estas compañías para que radiquen filiales en nuestro país”.
En cuanto a los incentivos mencionó “la revisión de las legislaciones impositivas, financieras y laborales además de garantizar la estabilidad jurídica por determinada cantidad de años, propósitos que solo se lograrán a partir de los grandes consensos referenciados previamente. No desconozco que una cosa es decir y otra es hacer, pero deberíamos intentar alguna vez hacer cosas distintas con el propósito de lograr resultados distintos y no, como muchas veces, hacer cosas iguales esperando que los resultados sean distintos”.
Política económica en la Constitución
El modelo económico en la reciente reforma constitucional dedicó un capítulo completo al desarrollo sostenible en La Rioja. El Estado garantizará la libre iniciativa privada mientras la armonice con los derechos de la persona, la comunidad, y el ambiente. Hace parte de la economía a sociedades, cooperativas, asociaciones de productores, trabajadores, empresarios e instituciones oficiales de crédito mientras que el capital debe tener una función social. En resumen, el Estado promoverá el desarrollo integral sostenible, autónomo y armónico disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero con planes de mitigación y adaptación del Cambio Climático y generación del ambiente.