En la provincia de Santa Fe, precisamente en la localidad de San Jerónimo del Sauce, se llevó a cabo la 4° Bienal Internacional de Esculturas con una importante concurrencia de personas, donde el premio mayor quedó en manos de Carina Fabaro representante de la provincia de La Rioja. Su obra, "Liberación Emocional", fue la más destacada.
Las seis obras de arte plasmado en madera pasarán a formar parte del patrimonio cultural de San Jerónimo del Sauce, y serán ubicadas a lo largo del año en distintos puntos de la localidad. Adriana Pantanali y su obra “Madre Tiempo”, fue la ganadora con el voto de los niños y Leonardo Avalis de la provincia de Río Negro, también fue elegido por el público.
En comunicación con Medios El Independiente, la escultora y artista plástica, Carina Fabaro contó sobre su experiencia y reconocimiento en la Bienal: “Realicé una escultura en palo santo de dos metros cincuenta aproximadamente. Este evento se convoca para participar donde yo envío una propuesta y me seleccionaron; fueron alrededor de 80 propuestas de diferentes sitios, tanto nacional como internacional, y eligieron solo a seis”.
A su vez, explicó que “mi obra se refería a las emociones y participé junto a escultores de México, Francia, Río Negro, Buenos Aires y Salta. El evento duró varios días y se presentaron seis obras en total. La obra que trabajé es una que tiene una forma geométrica y lleva un pájaro en uno de los extremos que se llama Liberación Emocional, entonces el concepto es que debemos dejar salir las emociones y dejar la salud mental para un profesional y trabajar con lo que sentimos”.
“Una experiencia muy enriquecedora”
Asimismo, indicó que “el pájaro que va saliendo por un pequeño extremo es como esa salida a poder exteriorizar nuestros sentimientos, todo simboliza que puede haber dolor o cosas ocultas y que debemos explorar y poder tomar conciencia y sanar las emociones” y agregó que “se usó palo santo y fue una disposición de la organización. Fue incautada porque el palo santo está protegido y solo se usa para actividad artesanal, entonces el presidente comunal consiguió esa madera que es especial para trabar las seis obras”.
Seguidamente, dijo: “Fueron parte de un concurso que la bienal tiene y con un premio. Fuimos seis los escultores y los demás fueron invitados, donde cuatro de ellos trabajaron en madera de eucalipto y uno solo en mármol. Estas fueron las otras obras en el evento y que tenían la posibilidad de llevarse las obras, las nuestras quedaron como parte del patrimonio e inclusive algunos las donaron”.
Al mismo tiempo, expresó que “yo gané el primer premio que fue una motosierra y el segundo que fue dinero” “cada vez que me toca salir tanto dentro como fuera del país, uno se lleva una partecita de lo que somos, de nuestra cultura e idiosincrasia a otros lugares. Pusieron banderas de todos los países y eso fue muy emocionante. La gente interactúa en estos eventos y uno hace el proceso creativo en el mismo lugar hasta que se logra la obra terminada y esa experiencia es muy enriquecedora”.
“Esta es la cuarta Bienal y tienen emplazados en todo el pueblo las obras que se hacen año tras año y eso es muy importante para la cultura del lugar y el crecimiento cultural de la población. Es un evento que es para imitar y ojalá lo pudiésemos hacer en nuestra provincia también, porque crecimos como cultura y es importante ver cómo ven el mundo los artistas”, reflexionó la artista.
Los interesados/as, pueden encontrar a la artista en Instagram o Facebook como Carina Fabaro donde visibiliza todos sus trabajos y los evento a los que participo. “Trabajo diferentes materiales, no solo madera y tengo mi taller en mi casa e hice exposiciones en la ciudad también”, concluyó.
Sobre la obra
Se trata de una obra escultórica geometrizada que parte de formas trapezoidales que se realizarán de madera en una sola pieza y se complementa con la figura tridimensional de un pájaro en actitud de vuelo, realizado en piedra tallada.
Esta obra connota las estructuras mentales que adquirimos de nuestras familias, sociedad y que a veces no nos permite dar curso a nuestras emociones sin poder tomar conciencia de estas y a veces el desconocimiento o la imposibilidad de gestionar o buscar y recibir una terapia, hace que se transforme en situaciones de descontrol, violencia o enfermedades físicas. El pájaro simboliza la oportunidad de liberación de esas emociones y por ende la paz mental.