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"Ser padre es una hermosa preocupación"

Así lo define Gustavo Peña, un padre riojano que a sus 68 años disfruta tener bajo su responsabilidad la crianza de una hija adolescente, a la que adoptó cuando tenía 3 años y 8 meses. "Más allá de las dificultades, no hay que perder de vista que estamos criando seres humanos. Pueden faltar muchas cosas, pero nunca amor", sostiene Gustavo cuando reflexiona sobre el día de los padres que se celebra este domingo.



Gustavo cuenta que es padre de tres hijos: 2 varones y 1 mujer; y sostiene que aunque su hija, de raíces haitiana, es adoptada, “es tan hija mía como mis dos hijos varones”. “Sacando el proceso legal que tuvimos que transitar para tenerla con nosotros, es mi hija, lo siento así y creo que es un sentimiento mutuo”, manifiestó.

Por otro lado, recordó que junto a su esposa iniciaron el proceso de adopción en Haití tras innumerables tratamientos fallidos de fertilidad y luego de que en La Rioja el trámite en el registro nacional de adoptantes no avanzaba y no había esperanzas de una pronta respuesta. 

“Siempre quise tener una hija”, dice convencido y agregó que la llegada de la niña a su vida -quien ahora tiene 15 años de edad- “hizo que pusiera en una caja muchas cosas, ella es primero y después todo lo demás”. 

Sobre el día en el que conoció a Ziline -la niña que desde pequeña se destacó en volteo e integra el seleccionado argentino-, Gustavo rememora la odisea de un viaje inolvidable, junto a su esposa, en noviembre del año 2011, hasta llegar a un orfanato de Haití donde los esperaba la pequeña que habían visto por fotos, una y otra vez, convencidos de que era ella, entre más de 70 niños, a quien habían elegido con el corazón.

"Cuando llegamos al orfanato salieron todos los niños a recibirnos; y, como no manejamos el idioma de allá, atiné a decirles 'Ziline', y uno de los chicos fue a buscarla, la trajo de la mano y, apenas la vi, la abracé. Ella abría sus ojos grandes, quizás sin entender nada, pero para mí fue un momento inolvidable e inexplicable", relató emocionado el padre de aquella niña que tras el terremoto que azotó a Haití en el año 2010 se refugiaba en un orfanato hasta que sus padres adoptivos llegaron por ella. 

Además, refiriéndose a las inversiones que implicó el proceso de adopción, Gustavo comenta que "si bien tuvimos que postergar muchas cosas personales, no nos arrepentimos de nada, adoptamos convencidos de querer hacerlo". 

Incluso, considera que "adoptar es una opción válida para quienes no pueden tener hijos de otra manera; a pesar de las adversidades que surgen en el proceso, es algo que vale la pena, no solo por satisfacer un deseo personal, sino también porque podemos darle amor a alguien más". 

Por último, señaló que si bien disfruta ser padre de una hija adolescente, busca interiorizarse sobre temas actuales para poder acompañarla en esa etapa. "Es mi única hija mujer y quiero estar para ella", sostiene; y, como papá orgulloso, concluyó diciendo: "me hubiese gustado tener menos años para tener más hijos".