Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

Una causa por acoso quedó sin efecto por falta de pruebas

El Juzgado de Instrucción de Violencia de Género y Protección Integral de Menores N° 2, de la Primera Circunscripción Judicial, a cargo de la jueza Gisela Flamini, resolvió el sobreseimiento definitivo de Emilio B., imputado por los delitos de amenazas y coacción.



La causa se había iniciado en abril de 2023, a partir de una denuncia radicada en la comisaría Séptima. La denunciante manifestó que, durante aproximadamente un año, un chofer de transporte público la acosaba con propuestas de carácter sexual y la amenazaba con la posibilidad de perder su trabajo si no accedía a sus requerimientos.

Según el testimonio, en una ocasión el conductor desoyó el pedido de la pasajera de descender en un punto de la ciudad y la trasladó hasta un descampado, donde finalmente la dejó bajar. La denunciante también señaló que el imputado merodeaba su domicilio y que, tras reclamar ante la empresa, el chofer fue suspendido, aunque luego retomó sus funciones. Posteriormente, otra mujer —presentada como pareja del acusado— habría agredido verbalmente a la víctima.

Durante la etapa de investigación, el Ministerio Público Fiscal promovió la acción penal, se recibieron testimonios y se citó a declarar al imputado, quien se abstuvo de prestar declaración indagatoria. Sin embargo, según se desprende de la resolución judicial, no se logró reunir pruebas que respaldaran de manera objetiva el relato de la denunciante.

El fallo remarca que, si bien en causas de violencia de género el testimonio de la víctima tiene un valor central para orientar la investigación, en este caso los hechos denunciados no pudieron ser corroborados con otros elementos: pruebas documentales, testimoniales ni informativas.

En consecuencia, la jueza Flamini dictó el sobreseimiento definitivo de Emilio B., disponiendo que el proceso no afecte “el buen nombre y honor del que gozaba el imputado”.