
Ayer lunes, comenzó a implementarse la primera etapa de los carriles exclusivos en tres avenidas para en esta capital, una medida implementada por la Secretaría de Transporte y que busca mejorar la circulación y agilizar el transporte público en las principales avenidas. Por ahora el sistema tiene carácter preventivo y no se aplicarán multas.
Durante las primeras horas de funcionamiento sobre las avenidas Gral. Ortiz de Ocampo, Perón y Rivadavia, inspectores detectaron vehículos estacionados indebidamente, lo que obligó a realizar intervenciones y notificaciones a los conductores.
Este ordenador del tránsito en la Capital es exclusivo para la circulación de las unidades de Rioja Bus, como así también taxis y remises, motivo por el cual ningún otro tipo de vehículo podrá estacionar, pues de lo contrario será pasible de una infracción.
La secretaria de Transporte y Movilidad, Alcira Brizuela, informó que “durante las dos primeras semanas habrá un período de tolerancia: no se aplicarán multas ni acarreo, pero sí se notificará a los infractores. El objetivo es que la ciudadanía se adapte progresivamente. Son carriles exclusivos para el transporte público y los ciudadanos tienen que acostumbrarse”, señaló.
En esta primera fase, los carriles se ubican sobre las avenidas Gral. Ortiz de Ocampo, Perón y Rivadavia. Brizuela anticipó que “próximamente se sumarán calles céntricas como Urquiza y 8 de Diciembre, y no descartó la posibilidad de extender la medida a otras arterias clave como San Francisco y Ramírez de Velasco”.
“El proyecto apunta a mejorar la frecuencia de los colectivos, con la meta de recuperar intervalos de entre 6 y 7 minutos en zonas críticas del microcentro”, expresó la funcionaria. Agregó que “los choferes respaldan la iniciativa, aunque reconocen que será necesario un tiempo de adaptación para superar los primeros inconvenientes”.
En paralelo, Brizuela “descartó aumentos inmediatos en el pasaje de Rioja Bus, pese al incremento en los combustibles”. Aseguró que “la tarifa se mantendrá gracias al esquema de subsidios vigente y que una eventual actualización recién se evaluaría hacia fin de año”.
Por otra parte se pudo observar que algunas avenidas como la Rivadavia a pesar de haber sido señalizada el sector derecho de exclusividad para los colectivos continúan ocupadas en mesas y sillas propiedad de algún restaurante de la zona. Según lo expresado por el director de Tránsito, Jorge Márquez, los bares y confiterías en esa situación deberán retirarlos para dejar libre la circulación.
Asimismo la implementación de los carriles exclusivos para los colectivos de Rioja Bus ha generado la reacción de muchos comerciantes que tienen sus locales sobre dichas avenidas. Argumentaron que la medida afectará sin dudas las ventas, al margen que están en caída, pues los vehículos menos no podrán estacionar sobre esas vías. Además las descargas de mercaderías están permitidas de 0 a 6 de la madrugada.
Otro inconveniente es el caso de los establecimientos escolares que funcionan sobre la avenida Rivadavia, donde los padres suelen concurrir en vehículos a dejar sus hijos y utilizan justamente el carril exclusivo para producir el descenso.
Como se había informado el nuevo sistema de carriles espera la aprobación del Concejo Deliberante, tal cual lo habían anticipado los ediles, motivo por el cual se espera la aprobación y promulgación de la respectiva ordenanza que los autorice a realizar un efectivo control y en particular labrar las infracciones del caso.
En otras ciudades
La experiencia de carriles exclusivos no es nueva en Argentina, ciudades con un alto movimiento de tránsito como Buenos Aires, Córdoba y Rosario ya implementaron sistemas similares con resultados positivos, logrando reducir tiempos de viaje y ordenar el tránsito en zonas de alta congestión.
En la capital del país, por ejemplo, el Metrobus —una red de carriles exclusivos iniciada en 2011— transformó la movilidad urbana, mientras que Rosario logró mejorar la puntualidad del transporte público tras establecer corredores preferenciales en avenidas estratégicas.
Para La Rioja, este proyecto representó un desafío doble, por un lado, generar un cambio de hábitos en los automovilistas; por otro, sostener una planificación que permita expandir el sistema a más calles y garantizar que el transporte público sea una opción más ágil y eficiente.