
Chamical cuenta con un club de adultos mayores que realiza numerosas actividades, donde sus integrantes se contienen, acompañan y divierten. Para conocer más sobre el Club de Abuelos Chamical y sus nobles encuentros, Radio Independiente 99.1, habló con la presidenta de la institución, la Sra. Blanca Patat.
Remontándose a la génesis del Club, Blanca refirió que el club fue fundado en el año 2007, aunque estaba sin actividad. Es por eso que, por iniciativa de un grupo de personas, entre ellas su actual presidenta, se realizaron los pasos correspondientes para volver a poner en actividad la institución. Que ya cuenta con personería jurídica y su comisión con Patat en la presidencia.
En ese contexto, el pasado 11 de abril se llevó a cabo un multitudinario encuentro en el Club Barrio Argentino que reunió a más de 350 adultos mayores de toda la provincia. Según detalló la presidenta, la jornada estuvo cargada de actividades como teatro, baile, canto, etc.
El club está compuesto por 15 miembros de la comisión directiva y más de 100 socios que con total entusiasmo asisten para realizar diferentes actividades como, matear, visitar a adultos mayores de las zonas rurales, bingos, campañas de tejidos, salidas al aire libre “para que los abuelos no se queden en su casa”, ya que, muchos de ellos viven solos.
Al hablar de las metas, la presidenta del club puso, en primer lugar, conseguir un edificio propio, ya que actualmente los encuentros se realizan en su vivienda, aunque por razones obvias se requiere de un espacio mayor.
Los encuentros se concretan dos veces a la semana, normalmente se reúnen los martes para programar las actividades para el fin de semana.
Vale remarcar, que para llevar adelante algunos de los eventos, el Municipio de Chamical, brinda ayuda y acompañamiento. “La intendenta con la mejor predisposición nos facilitó el club. Desde el área de Cultura se nos facilitó un cantante, al igual que Cultura de la Provincia”.
Para ilustrar todo lo que acontece en cada encuentro, la presidenta de la institución contó con mucha satisfacción que los miembros comparten anécdotas, cuentan historias, se contienen, festejan cumpleaños, comparten comidas. Creando un ambiente muy fructífero y de apoyo mutuo, “había abuelitos que estaban en depresión y salieron a flote, bailan folclore, tango, comparten sus vivencias y superaron su tristeza”.