Así lo expresó el doctor Carlos Ferreyra, especialista en Epidemiología y activista climático internacional. En una entrevista con el medio se refirió a las consecuencias que trae el cambio climático, el calor extremo en la región y el mundo, los efectos en la salud, el bajo rendimiento en las actividades diarias entre otros efectos negativos para los seres vivos.
Ferreyra en diálogo con Medios El Independiente sostuvo sobre el tema “los riojanos deben conocer que el mundo está enfrentando un proceso climática muy grave en términos de modelo de desarrollo que hemos implementado. Generó una situación de extrema vulnerabilidad para los seres humanos, animales, vegetales porque este calentamiento global se ha montado sobre el calor. El calor es el principal vector que hoy afecta al mundo”.
Señaló que “el calor que crece cada vez más a nivel global por los gases del efecto invernadero y luego el efecto de isla de calor urbano que es la absorción del calor del sol durante el día y que se asienta en el cemento, casas, pavimento. Hace que a la noche haya temperaturas muy fuertes y potentes. Hoy el mundo está sometido a olas de calor crecientes muy poderosas, que se llevan puesta la vida humana, la salud, los animales, vegetales. Los riojanos deben entender que ese calor que ha crecido en la última década es producto de este efecto, de la emergencia climática y la isla de calor urbano”.
El profesional en la entrevista sostuvo que una ola de calor produce mucho daño en la salud. “Los riojanos deben estar conscientes y medir y saber cuál es la temperatura que hay en sus casas, sus lugares de trabajo, escuelas y esto es algo que no está instalado”.
Ferreyra manifestó que “en La Rioja hoy el calor está presente y está afectando. Los seres humanos debemos saber la temperatura en la cual vivimos. Lo importante es que tengamos un termómetro en casa y para medir la humedad. Porque cuando se reúnen temperaturas altas, humedad alta, es una situación no razonable para la vida. Y cuando hay temperaturas bajas pero con alta humedad, también la calidad y respuesta del cuerpo humano tiene que ver con eso. La ola de calor produce mucho daño y la gente más vulnerable como los adultos mayores, personas enfermas crónicas, salud mental, diabetes, embarazadas, tienen que tener mucho cuidado. Les tenemos que decir que vayan al lugar más fresco de la casa para evitar que estén expuestas al calor extremo. Y ese proceso que lo hacemos en casa, lo debemos realiza en el lugar de trabajo, escuelas. No puede ser que en ella no tengan un termómetro de donde están las aulas más calientes. Si actuamos para prevenirlo los daños serán mínimos”.
El profesional convoca a gobiernos y ciudadanos a organizarse con urgencia ante la gravedad del problema, e instalar políticas de estado y protocolos en las ciudades argentinas castigadas por el calor creciente y extremo.