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El barrio San Román se engalana con las fiestas de San Cayetano

Con el lema "Con San Cayetano, tu solidaridad es esperanza" culminan hoy las fiestas en honor a San Cayetano, en la Parroquia Encarnación del Señor, barrio San Román. La procesión se realiza a las 17, para culminar con la celebración de la misa en el club barrial.



Desde el pasado 29 de julio y hasta el 6 de agosto en forma diaria se rezaba a las 19, Santo Rosario; a las 19:30 adoración eucarística y a las 20, celebración de la Santa Misa.

En cuanto al tema de la predicción durante el rezo de la novena se refirió a la oración, como una forma de prepararse para el Año Jubilar de la Oración, que estuvo a cargo del padre Nicolás Alfredo Vilches.

La festividad en honor San Cayetano se realiza este 7 de agosto, cuando a las cero hora se inició con repiques y vigilia al Santo y celebración de la Santa Misa.

A las 7, se rezará el rosario de la aurora y a las 10, la santa misa para rogar por las necesidades espirituales y materiales de los devotos y servidores de San Cayetano.

En horas de la tarde, a las 17, se lleva a cabo la procesión con la sagrada imagen del santo que recorrerá las calles Gobernador de la Fuente, Vicente Bustos, Urquiza, Avda. Roque A. Luna, Santa Fe, Vicente Bustos, Gobernador de la Fuente.

Al finalizar la procesión habrá una celebración de la Santa Misa en las Instalaciones del Club Social y Deportivo San Román.

En cuanto a los alumbrantes ayer fue el turno de la Pastoral Carcelaria Maximiliano Kolbe”. Fazenda de la Esperanza “Virgen de Lourdes”.

Un poco de historia

El padre de San Cayetano fue militar, murió defendiendo la ciudad contra un ejército enemigo. El niño quedó huérfano, al cuidado de su santa madre que se esmeró intensamente por formarlo muy buen.

Estudió en la Universidad de Padua donde obtuvo dos doctorados y allí sobresalía por su presencia venerable y por su bondad exquisita que le ganaba muchas amistades.

Se fue después a Roma, y en esa ciudad capital llegó a ser secretario privado del Papa Julio II, y notario de la Santa Sede.

A los 33 años fue ordenado sacerdote. El respeto que tenía por la Santa Misa era tan grande, que entre su ordenación sacerdotal y su primera misa pasaron tres meses, tiempo que dedicó a prepararse lo mejor posible a la santa celebración.

En Roma se inscribió en una asociación llamada “Del Amor Divino”, cuyos socios se esmeraban por llevar una vida lo más fervorosa posible y por dedicarse a ayudar a los pobres y a los enfermos.

San Cayetano era de familia muy rica y se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres. En una carta escribió la razón que tuvo para ello: “Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico?”.

En Nápoles un señor rico quiere regalarle unas fincas para que viva de la renta, junto con sus compañeros, diciéndole que allí la gente no es tan generosa como en otras ciudades. El santo rechaza la oferta y le dice: “Dios es el mismo aquí y en todas partes, y Él nunca nos ha desamparado, ni siquiera por un minuto”.

Fundó asociaciones llamadas “Montes de piedad” (Montepíos) que se dedicaban a prestar dinero a gentes muy pobres con bajísimos intereses.

En su última enfermedad el médico aconsejó que lo acostaran sobre un colchón de lana y el santo exclamó: “Mi Salvador murió sobre una tosca cruz. Por favor permítame a mí que soy un pobre pecador, morir sobre unas tablas”. Y así murió el 7 de agosto del año 1547, en Nápoles, a la edad de 67 años, desgastado de tanto trabajar por conseguir la santificación de las almas.

En seguida empezaron a conseguirse milagros por su intercesión y el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1671.