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"No hay medicina social en tanto no sea una política de Estado", dijo el doctor Pérez

Retirado de la práctica profesional, el doctor Omar Pérez acumuló una interesante experiencia tras ocupar funciones en el ámbito de la medicina rural, social y primaria en salud. Nació en Chañar, distrito del departamento Belgrano al sur de la provincia donde vive actualmente, pero regresa cada mes a la Capital para atender dolencias propias de sus 84 años.



En una entrevista con Medios El Independiente relató su dilatada experiencia y comentó que adhiere a la medicina social como relación entre la enfermedad, los problemas sociales y la intervención del Estado. “No hay medicina social en tanto no sea política de Estado con acciones al interior de movimientos sociales y políticos, legislación, organización, debate político y luchas sindicales porque para tener salud requiere buena remuneración, vivienda, capacitación y servicios sociales para que un médico pueda brindarse al paciente”.

Este mes cumplió años, se ayuda con un bastón, pero con lucidez intacta describe con entusiasmo que el médico debe generar “empatía para no defraudar en el momento de la atención” sea en la ruralidad, la ciudad o la atención primaria.

Esta última como “conjunto de acciones sanitarias de baja complejidad, punto de contacto con la comunidad y la puerta de entrada al sistema de servicios de salud, regionalizado y estratificado en niveles de complejidad creciente”.

Valora a los agentes sanitarios que, conoció en profundidad a finales del 2004 hasta 2012 siendo director de Atención Primaria de la Provincia designado por el gobierno de La Rioja de ese momento. Luego, jefe de la Zona Sanitaria V-Chamical. “Todavía encuentro agentes sanitarios de esa época que me recuerdan experiencias y vivencias no como anécdotas sino como lecciones aprendidas que hicieron posible el diseño e implementación de acciones para el mayor nivel de salud posible aún con carencias”. Tienen “el concepto integral de la medicina con acciones sencillas de promoción, protección, prevención y rehabilitación con mayor presencia en la población vulnerable”.

Educación y salud

La tristeza aflora cuando se recuerda médico rural porque siempre lo acompañó su esposa Elisa Vera, maestra y enfermera, a la que perdió recientemente. Entonces, teoriza sobre “la íntima relación entre educación y salud, desde la época en que la gente del campo no tenía acceso a la salud y nosotros la llevábamos a esos lugares. Educar es hacer salud y hacer salud es educar. Tengo recuerdos de esa gente, de cómo uno ha ido generando un cambio de mentalidad ante el rechazo, por ejemplo, a una vacuna”, explica.

Contrapuso el ejemplo de una mujer a punto de parir en un rancho, piso de tierra, mechero a kerosén y cama con el elástico vencido. “Estaba lista, era cuestión de esperar, pero el elástico se hundía demasiado, condicionaba una mala posición del canal de parto. Se lo expliqué y tuve que aceptar su propuesta. Me pidió que la dejáramos sola. Espié por las rendijas: se levantó, se arrodilló al lado de la cama, se colocó en la boca una tela, mordió fuerte, apoyó sus manos al borde de la cama y pujó con fuerza. El silencio de la noche se quebró con el llanto de una nueva vida”. Una vez más, “tuve que conjugar conocimiento de la medicina científica con la medicina popular”.

Distinción

Con veintidós años como médico rural en Chañar, recibió en julio del 2004, del ministerio de Salud de la Nación una distinción por su tarea en el Centro Primario de la Salud y el Programa Remediar. Viajó con su esposa a recibirlo en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno del presidente Kirchner y el ministro, Ginés González García.

El doctor Pérez es un admirador de Esteban Laureano Maradona, médico rural argentino, cuya fecha de nacimiento, 4 de Julio, es el Día Nacional del Médico Rural. Lo evocó con fervor por “la vida ejemplar que tuvo, por su humilde entrega como médico de la selva. Partió de este mundo orillando el siglo de vida, su testimonio sea faro, guía y reflexión ante la crisis de valores y principios. Es mi ruego para siempre”. Otro faro es René Favaloro, por quien se instituyó el Día Nacional de la Medicina Social, cada 12 de Julio.