
El 13 de junio de 1874 nacía el poeta, ensayista, periodista y político, Leopoldo Lugones. Es su memoria se instituyó el Día del Escritor. Fundador y primer presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, es reconocido como un precursor y figura clave en la configuración de la literatura argentina.
Se conmemora cada 13 de junio en homenaje al nacimiento de Leopoldo Lugones (1874-1938), poeta, cuentista, ensayista y novelista argentino.
Considerado el máximo exponente de la cultura argentina, Leopoldo Lugones nació en Villa María del Río Seco en la provincia de Córdoba en 1874. Pasó allí su niñez y adolescencia y vivió también en Santiago del Estero. Se radicó en Buenos Aires en 1895. En la ciudad ejerció el periodismo en el diario El Tiempo y en 1897 fundó junto a José Ingenieros el periódico socialista revolucionario La Montaña.
Años después llegaría a dirigir la Biblioteca Nacional de Maestros. Realizó varios viajes al viejo continente europeo, residiendo en París de 1911 a 1914..Fue colaborador del Diario La Nación. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1926 y en 1928 fundó la Sociedad Argentina de Escritores.
Si bien sus ideas políticas en un inicio fueron socialistas fue virando a un ala más conservadora hasta apoyar el golpe de Estado de Uriburu en 1930 que derrocó al presidente en funciones, Hipólito Yrigoyen.
Su obra
Su primer poemario Los mundos fue publicado en 1893. Tres años más tarde conocería al poeta nicaragüense Rubén Darío, influencia definitiva en su escritura. Le siguieron Las montañas de oro (1897), Los crepúsculos del jardín (1905) y Lunario sentimental (1909).
A partir de 1910, con la publicación de Odas seculares se observa un cambio en su registro para centrarse en la exaltación de la tierra y su gente.
Le siguieron El libro fiel (1912 y los poemarios El libro de los paisajes (1917), Las horas doradas (1922), Romancero (1924), Poemas solariegos (1927) y Romances del Río Seco (publicación póstuma en 1938). Continuó con la guerra gaucha (1905), un relato histórico sobre la guerra de la independencia, adaptada para el cine en por Lucas Demare en 1942 y una novela teosófica, El ángel de la sombra (1926).
Lugones como narrador es el gran pionero de la literatura fantástica en Argentina gracias a Las fuerzas extrañas (1906), La torre de Casandra (1919), Cuentos fatales (1924) y La patria fuerte (1933), precursores de los mejores relatos de algunos de los más grandes cultivadores de este difícil género, como Horacio Quiroga, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar.
Para Lugones, el rol del escritor estaba unido al destino de su país y por lo tanto, debía ser parte de su acción política. Admirador de las bibliotecas populares (contaba anécdotas sobre cómo lo marcó la biblioteca de su pueblo), dirigió hasta su muerte la Biblioteca Nacional de Maestros y contribuyó a diseñar una reforma para la educación secundaria argentina.
Lugones fue parte de las contradicciones de una época que vio nacer el voto universal en nuestro país, en 1912, y que, a su vez, permitió el Golpe de Estado de 1930. Socialista en su juventud, fue acercando progresivamente sus ideas al nacionalismo hasta el punto de revindicar el golpe de estado del general José Félix Uriburu Uriburu contra Hipólito Yrigoyen.
Poeta, narrador, bibliotecario, pedagogo y ensayista, en su obra forjó de hecho una vanguardia literaria que rompió con la herencia hispanista y sentó así las bases de una literatura moderna, siempre en la búsqueda de una lengua propia para nuestro país.
El 18 de febrero de 1938 Leopoldo Lugones se suicidó en una pensión del delta del Paraná llamada El Tropezón. Tenía 64 años.
A pesar de que pidió ser enterrado sin cajón y sin ninguna señalización de su sepultura, fue sepultado en el Cementerio de la Recoleta. En 1994 sus restos fueron trasladados a su pueblo natal, Villa de María.