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El fotógrafo Pablo Grillo fue dado de alta

El fotógrafo quien recibió un disparo de gas lacrimógeno por parte del cabo Héctor Guerrero (Gendarmería Nacional) en la marcha de los jubilados del pasado 12 de marzo, fue dado de alta y, según los médicos forenses, las lesiones que le provocó el hecho "pusieron en peligro su vida".



Grillo fue trasladado desde el Hospital Ramos Mejía hasta el Manuel Rocca, donde comenzará su rehabilitación; paralelamente, Agustina Lloret, abogada del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) que representa a la familia, afirmó que ya presentaron, ante la Justicia, el informe realizado por los forenses.

“Ayer, el Grupo Médico Forense terminó de hacer su informe pericial sobre el estado de salud de Pablo, después de ir a visitarlo la semana pasada, donde pudieron entrevistarlo, conocerlo y ver cómo estaba en la Unidad de Terapia Intensiva. Se dedicaron, básicamente, a poner en común sus impresiones sobre del cuadro de salud luego del impacto del disparo recibido por parte de Guerrero, sumado a un análisis de su historia clínica y documentación médica”, manifestó Lloret.

Señaló que los médicos contestaron una serie de preguntas vinculadas al tipo de lesiones que presenta el reportero gráfico y que clasificaron como “graves y gravísimas”, confirmando, de esa manera, que la conducta de Guerrero “puso a Pablo en un riesgo cierto y serio de vida, que todavía se sostiene”.

Además, los médicos indicaron que las lesiones que presentó Grillo, sobre todo la fractura del cráneo, respondieron directamente “al impacto del proyectil que recibió por alta velocidad” en su cabeza.

Por último, la abogada planteó que el proceso de rehabilitación, que comenzó hoy, va a permitir establecer qué secuelas neurológicas o físicas le quedarán a Pablo por el resto de su vida y cuáles podrá revertir a corto plazo.