Medios El Independiente celebra a quienes, por tantos años, fueron parte esencial de la historia del diario papel, recorriendo las calles desde muy temprano y dejando anécdotas que aún forman parte del colorido urbano de la ciudad, quienes además continúan recordados con el respeto y agradecimiento de toda la sociedad riojana.
La jornada celebrativa nacional se remonta a 1947, aunque la historia de los trabajadores comenzaba unos 200 años antes, por cuanto fue en 1868 cuando el diario La República decidió poner en práctica algo que sus directivos habían visto en Nueva York, donde niños y jóvenes vendían los periódicos en la vía pública, evitando la intermediación del correo con la llegada más rápido al lector y con menos costos de distribución.
Al cabo de los años, la venta comenzó mediante el surgimiento de kioscos y puestos dedicados a la venta de diarios y revistas, pero no fue hasta comienzos del siglo XX que los trabajadores recibieron el nombre de “canillitas”, término que heredaron del periodista y dramaturgo rioplatense Florencio Sánchez, y una historia muy particular.
Defensor de las ideas anarquistas, Sánchez llegó a la Argentina a principios del siglo XX desde Uruguay, de donde huyó por el acoso que sufría a consecuencia de sus pensamientos. En el país continuó ejerciendo el periodismo y también se dedicó a otra de sus grandes facetas como la dramaturgia. En 1903 estrenó M’hijo el dotor, que fue un enorme éxito tanto de público como de crítica. Esto le dio popularidad al autor, que en el mismo año presentó el sainete Canillita.
Cada 7 de noviembre se celebra el Día del Canillita, una jornada dedicada a los vendedores de diarios, revistas y todos productos derivados de la prensa gráfica, con Rosario como escenario y a Florencio Sánchez, autor clave de la historia del teatro rioplatense, como a uno de sus protagonistas.
El 1° de enero de 1898 comenzó la distribución del diario La República, creado por el senador, escritor y abogado, Lisandro de la Torre, político proveniente del radicalismo y fundador del Partido Demócrata Progresista y en 1939, tras denunciar la corrupción de la década infame, se suicidó. Más allá de este final trágico, en aquel verano de 1898, la aparición del diario fue celebrada y se convirtió en un acontecimiento. Un grupo de niños irrumpió las avenidas rosarinas, llevando los ejemplares bajo el brazo al grito de ¡La República a medio peso! Sánchez se convertiría con tan solo 23 años en el jefe de Redacción de La República.
En el país continuó ejerciendo el periodismo y también se dedicó a otra de sus grandes facetas: la dramaturgia. En 1903 estrenó M’hijo el dotor, que fue un enorme éxito tanto de público como de crítica. Esto le dio popularidad al autor, que en el mismo año presentó el sainete Canillita.
El protagonista era un niño muy pobre que vendía diarios para ayudar a su familia. Tenía las piernas muy flacas, largas y usaba un pantalón que hacía que las mismas sean más llamativas.
Valiéndose del lunfardo, Sánchez apodó al niño como “canillita”. La trascendencia de la obra llevó a que los jóvenes que vendían periódicos recibieran el mismo nombre. Con el correr de los años, todos los trabajadores del rubro pasaron a ser reconocidos de la misma forma.
El día de fallecimiento del autor Florencio Sánchez, 7 de noviembre, fue adoptado como Día del Canillita o del Vendedor de Diarios en 1947, durante el primer gobierno de Juan D. Perón. Ese día, los quioscos permanecen cerrados y no se publican los diarios impresos.
Según la Real Academia Española, canillita identifica al vendedor callejero de periódicos no solo en la Argentina sino también en Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.