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Conflicto entre empresas agrícolas y usuarios del agua para el consumo

EDITORIAL. La falta de lluvias no es percibida como causal de la falta de agua. Las redes sociales se han encargado de difundir una verdad a medias: la explotación agrícola está usando agua que falta en cada casa.



Así se desató el conflicto con los empresarios y productores que, en aras del desarrollo económico de La Rioja, tienen emprendimientos agrícolas, pequeños, medianos o a gran escala. 
 
La agricultura riojana era familiar, pocas hectáreas, riego por secano en Los Llanos, con las lluvias de diciembre para sembrar, regar con las de febrero y cosechar en marzo. O, con aguas superficiales de riachos y arroyos por canales de riego en Chilecito, Villa Unión, Vinchina y Los Sauces. 
 
La historia es testigo de los intentos por superar el estigma de “provincia inviable” con emprendimientos cooperativos, industriales, culturales, turísticos en el afán de alcanzar el crecimiento económico deseado. El último fue la minería rechazada por métodos de extracción, como la lixiviación, que utiliza químicos contaminantes y agua. 
 
Las inversiones privadas, poco y nada, llegaron a la provincia hasta finales del siglo XX con emprendimientos agropecuarios y fuerte apoyo del Estado. En 2007, se consolidaron las SAPEM (Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria) como la frutihortícola COFILAR que nació cooperativa en los 70 y hoy AgroAndina elabora millones de kilos de tomate. 
 
Estas políticas y el avance tecnológico para regadío de extensas plantaciones animaron emprendimientos más grandes. Así nació Pistachos SA en San Blas de Los Sauces en 1996 con 150 hectáreas cultivadas. Coralino SA, en Guanchín y Sañogasta, 1200 hectáreas de nogales. Las dos con sólido prestigio internacional, exportan frutos de calidad, se destacan en innovación y sustentabilidad. Hay muchas más que ofrecen aceitunas; aceites de oliva; vinos, espumantes y jugos de uva; pasas de uva; salsa, trigo, maíz, jojoba, comino, ajo, etc, etc.
 
Muchas usan el riego por goteo, las más grandes, con perforaciones y agua del subsuelo, subsidiadas con la energía; en tanto el gobierno provincial encara obras de infraestructura y servicios para mejorar la matriz productiva provincial con aguas superficiales en Patquía, La Callana, Nonogasta y otras. 
 
Los objetivos: mejorar el acceso al agua en el medio rural, contribuir al desarrollo local, respetar el medio ambiente con acciones de adaptación y mitigar al cambio climático de manera sustentable y sostenible.
 
Pese a todos estos esfuerzos, la sustentabilidad, la credibilidad y la transparencia están en duda más allá de la coyuntura actual de falta de lluvias por eso estallan los conflictos. Los pobladores y más los usuarios de redes sociales atacan al gobierno por falta de obras hídricas, vinculan a funcionarios o empresarios amigos o testaferros con grandes emprendimientos agrícolas ganaderos, dudan del uso de los fondos en obras y hablan de corrupción. 
 
Sin desconocer que las protestas están conducidas por sectores opositores no se puede desconocer una conciencia colectiva en la que el gobierno aparece como ineficaz para resolver los problemas.
 
En San Blas de los Sauces se suspendió la ampliación de 300 has de pistacho por la conflictividad social; tardíamente se explicó que el cultivo de cañaverales absorbe más agua que Pistachos; en Sanagasta se intentó sancionar a productores que desvían el agua del río hacia sus cultivos; más grave es un informe del INTA (https://repositorio.inta.gob.ar/xmlui/handle/20.500.12123/14251#) sobre el acuífero Guanchín-Sañogasta-Chilecito donde “al menos un 60 % de la recarga se extrae para riego a través de una batería de 41 pozos” disminuyendo los niveles del manantial El Bosquecillo que provee de agua a Nonogasta. 
 
La sustentabilidad del agua subterránea “se encuentra afectada negativamente como consecuencia de la explotación intensiva”. Se aclara que “las alteraciones advertidas se deben principalmente a la extracción de agua subterránea y en menor medida a un proceso de variabilidad en las precipitaciones”. Todas estas evidencias obligan al Gobierno a barajar y dar de nuevo en emprendimientos productivos para que el desarrollo económico de la provincia no se detenga.
 
Nadie puede desconocer las sólidas estructuras administrativas que tiene el gobierno provincial, con personal calificado y suficiente para llevar adelante cualquier política pública. Entonces cabe preguntarse, porqué el proyecto de Readecuación de los Sistemas de Riego Superficiales de San Blas de Los Sauces- La Rioja" que data del 2020 financiación del BIRF (Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento) fue licitado dos veces. ¿Por qué, la última información data de octubre del año pasado con la apertura de sobres. ¿Se adjudicó? ¿A qué empresa? ¿Comenzaron las obras? Es acaso el mismo proyecto que, en escueto comunicado, el Ministerio de Producción y Ambiente anunció que comenzaría este lunes 29 para proveer diariamente de 5.8 millones de litros de agua sin uso de bombas.
 
No hubiera sido conveniente que, en el marco de un proyecto de gobernanza del agua se abordara oportunamente con la comunidad el consumo excesivo de los cañaverales, la filtración por los arenales, el mantenimiento de canales de riego; el compromiso de los integrantes de un consorcio y tantas otras costumbres, actitudes y conductas que la población debe tener en cuenta para cuidar el agua.
 
Lo mismo en Nonogasta, donde un camping utiliza agua para consumo humano para mantener un mullido y verde brillante césped. Que la recreación es útil, por supuesto, pero ante la evidente sequía no hubiera sido preferible que el propietario sea parte del cuidado de este recurso.
 
No solo con sanciones, multas o castigos se pueden cambiar conductas
En ese mismo marco de gobernanza habría que preguntarse qué niveles de confianza y participación tienen las comunidades de San Blas de los Sauces y de Nonogasta con las grandes empresas. Esas empresas: ¿están dispuestas a aceptar que por la escasez de lluvias suspendan inversiones o hubo que hacer una manifestación para que lo hicieran? ¿Está dispuesta la empresa nogalera a resignar rentabilidad cuando un informe señala que está sobre explotando un acuífero? ¿Están dispuestas las empresas a brindar información para transparentar ganancias; accionistas; relación salarios-utilidades; participación en proyectos comunitarios? 
 
No es suficiente con publicar en páginas web o en organismos de control, hay que encontrar mecanismos de difusión para que lleguen a todos; de lo contrario no tendrán licencia social para estos emprendimientos y el desarrollo económico de la provincia se verá afectado.
 
La responsabilidad es de todos, de las empresas y la confianza que despierten en la comunidad, de que ésta, se comprometa a informarse y a estar bien informada y del gobierno para  intermediar en la relación.