Ocurrió en un domicilio del barrio Centro, propiedad de un hombre de apellido Díaz, quien denunció un faltante de 2.400 dólares, manifestando que al revisar las cámaras de seguridad, vio que sería una empleada quien habría sustraído el dinero.
Por orden del magistrado en turno, la policía trasladó a la mujer a la Comisaría Primera para continuar con las tareas investigativas.