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Délfor Brizuela dijo que "la violencia del delito no se lo erradica con más violencia"

El secretario de DDHH, Délfor Brizuela, emitió su mirada ante la propuesta del uso de las pistolas taser en las fuerzas de seguridad de la provincia, de la concejala de JxC, Luciana de León, en consonancia con su referente nacional, Patricia Bullrich. El funcionario manifestó que "en un principio rector que inspira el sentido humanista es que la violencia del delito no se lo erradica con más violencia y con más delito".



“Aunque todo hace pensar que es parte de la campaña, subirse a estos temas y aprovechar la sensibilidad social, preocupada por hechos de inseguridad, no podemos callar la posición histórica del humanismo social y democrático, que consiste en dar respuestas integrales, fundadas en la inclusión social, la salud, la prevención y la aplicación firme y eficaz de la ley, por parte de las fuerzas de seguridad y el poder judicial”.

Añadió Délfor Brizuela que “en un principio rector que inspira el sentido humanista es que la violencia del delito no se lo erradica con más violencia y con más delito, sino con las herramientas de un Estado activo y presente, con una policía cercana y eficiente”.

Argumentó que “está comprobado que las Taser pueden ser letales, si bien en menor medida que las armas de fuego, pero que no puede calificárselas con rigurosidad técnica de no letales de modo absoluto”.

“Sumemos que el electrochoque producido en los cuerpos de las personas, tiene un efecto similar que la descarga eléctrica de la tortura, condenada por la Convención contra la Tortura y los tratos crueles e inhumanos”.

Dijo también que “no es aplaudiendo la violencia y dando licencia para lesionar y/o matar como construimos agenda democrática de seguridad, de paz social, en el marco del estado de derecho y la vigencia humanizadora de los DDHH.”.

“Esto es una responsabilidad de los dirigentes, de los educadores y de los comunicadores, que abrazan la democracia como contenido y forma de la convivencia”.

El funcionario culminó y agregó que “creemos que este debate debe ser hecho desde la racionalidad democrática y humanista, que permita profundizar efectivas políticas de seguridad, que vayan de la mano de firmeza contra el delito y respeto a los derechos humanos, que son dos caras de una misma moneda. Y la moneda es la protección del ser humano y no su tortura o supresión”.