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El semillero del tenis adaptado dio sus frutos en Chile

Lezama y Davidson ganaron en el debut de los Juegos Panamericanos Juveniles.



Bajo un calor sofocante, Joaquín Lezama levanta su puño y festeja en el Club Providencia de Santiago de Chile. Venció al venezolano Ronald Díaz por 6-1 y 6-2, avanzó a cuartos de final, pero también dejó atrás esos nervios que lo perseguían en la previa del debut.

"La victoria es fruto del esfuerzo y del trabajo. Nunca me imaginé que sería tan lindo ganar representando a la Argentina, dice el joven de Campana.

En la cancha de al lado, Ian Davidson, de 17 años, la tuvo difícil y precisó de dos horas y 25 minutos para derrotar al boliviano Luis Aponte por 7-6 (5) y 7-5. "No imaginé un partido largo, pero se dio así y fui de menor a mayor", dice el joven de Calafate.

Para llegar a Chile, hubo horas de entrenamientos y concentraciones en el CeNARD. "Son dos jugadores con un futuro enorme que tuvieron su primera experiencia internacional. No es fácil dejar atrás la ansiedad y los nervios. Pero ellos se motivaron con el condimento más lindo, que es jugar con la celeste y blanca", indica el entrenador Manuel Manti.

"Pudimos entrenar en el CeNARD y gracias al apoyo de AATA (Asociación de Tenis Adaptado) y la subsecretaría de Deportes pudimos continuar el desarrollo de la transición a la competencia" agrega Manti.

"La Escuela de Iniciación Deportiva que funciona en el CeNARD es el verdadero semillero del seleccionado de tenis en silla de ruedas y siempre da sus frutos", concluyó.