
En una visita al estudio de Radio Independiente, Federico Whitaker, licenciado en Psicología y Socio Fundador de Círculos de Bienestar, espacio de talleres y psicoterapia grupal, brindó detalles de estos grupos terapéuticos que buscan tratar la ansiedad y el estrés desde la escucha, el respeto y con herramientas que ayudan a transformar el vínculo.
Al comenzar a hablar sobre ansiedad y estrés, el profesional señaló que “es un tema que está, diría yo, bastante bastardeado en las redes. Como bajado el precio, como que uno si hace tal cosa lo modera, que es fácil, que no es tan así. En realidad hay muchos mitos dando vueltas con respecto a la salud mental en general. Cuando digo mitos me refiero a construcciones sociales que nunca validamos si son ciertas o no, pero las creemos como ciertas”, dijo.
Sostuvo que muchos piensan que si tenes ansiedad, “hacé otra cosa que se te pasa, o no es ansiedad hasta que tenga un ataque de pánico. Y son todo ese tipo de situaciones que llegan a la persona a ir acumulando con el tiempo la mayor carga de conflicto emocional que le va generando esto, y con el tiempo derivan otras patologías o en cuadros de ansiedad más graves”, explicó.
Recordó que “la ansiedad en sí no es algo malo, es una respuesta que tiene nuestro cerebro y nuestro psiquismo, porque funcionan a la par, respecto a una situación que tiene que resolver, alguna cuestión que tiene que adaptarse, y generalmente lo hacemos. Es decir, si tenemos que hacer cierta actividad, cierta nota, cierta cuestión, lo hacemos, quizá nos dure esa situación de ansiedad por un momento, pero eso nos activa a realizar la tarea. Una vez que la terminamos, cede”, manifestó.
Por el contrario, si la situación de estrés o ansiedad no cede, “cuando nos vamos a dormir y la cabeza sigue disparada a mil. Cuando sentimos tensión en el cuerpo constantemente, sobre todo acá en la zona de la nuca, estamos tensos, este acumulativo por lo general termina en esos famosos burnouts de fin de año, que ya seríamos de una cuestión laboral, ansiógena, estresora, mucho más profunda y mucho más grave”.
“Pero por lo general la ansiedad no es algo de lo que tenemos que escapar. Yo siempre que trabajo con los pacientes, siempre les digo que si bien uno busca estar bien, esto no implica que dejemos de lado un montón de otras emociones o sentimientos como la angustia, la ansiedad, la tristeza, el enojo, que nos van marcando de primera mano que estamos sintiendo algo que no nos gusta, que no nos hace bien y que después tenemos que pasar a nivel del pensamiento”, remarcó.
Indicó que tenemos dos cuestiones a tener en cuenta: “primero, una que también depende mucho del tipo de familia en que uno nace y cómo la familia normaliza el hecho de hablar de las emociones. Y además, si tenés o no recursos para hacer algo con eso, porque muchas veces si vos sentís que no tenés recursos, que en tu familia no hablan, por ejemplo, del enojo. Voy a evitar sentir el enojo, pero evidentemente lo termino descargando en otro lado, no es que se va. Pero, por otro lado, y no menor, está el tema de que hay toda una concepción sociocultural occidental respecto a que tenemos que estar siempre bien, ser efectivos, productivos, dar el 100% y toda eso que se dice en las redes, con respecto a mecanizar y mercantilizar el uso del psiquismo del cuerpo”.
“Vos lo ves en las mismas sociedades, empresas y todo esto que sin darnos cuenta nos termina afectando y sin darnos cuenta terminamos inclusive incorporando a la identidad de quien somos no que como creemos; entonces eso nos lleva muchas veces a arrasar con un montón de espacios internos que son importantes: como la reflexión, el cuidado propio, el darse cuenta si hay algo que no me gusta como para ver si lo puedo empezar a cambiar y si no puedo hacerlo pido ayuda”, dijo.
En este sentido, nombró muchos espacios para poder lograr algún tipo de descompresión de esa tensión emocional, o muchas veces hasta rehabilitarla de alguna manera. Dentro de esos lugares mencionó arte, tanto artístico como musical o simplemente ver una obra de teatro, “y con el hecho de asentarla a ver, y por ejemplo, identificarse con uno de los personajes, y hacer todo un movimiento con respecto a tercerizar esa situación que le pasa, ya está haciendo algo”.
“La música, ver una película, leerse una novela, de pronto hay un montón, artes plásticas, hay un montón de recursos intermedios. Y está bueno que nos quedemos en esa descompresión, porque no siempre descompresión significa rehabilitar el conflicto o la situación por la cual algo me genera ansiedad, o ansiedad, digamos esta patológicamente hablando”.
Remarcó como importante tener espacios para uno mismo, hacer actividad deportiva "tener espacios donde se pueda tener ocio,divertimento, para descomprimir la actividad física también ayuda mucho, sin embargo, equilibra un montón de neurotransmisores y hormonas que ayudan a todo el tema de la felicidad, la calma, son antiinflamatorios”.
Por último, invitó a quienes deseen participar de estos talleres comunicarse al 3804100393 o circulosdebienestar@gmail.com