
La Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA-T) expresó su más firme repudio a las declaraciones del designado embajador estadounidense, Peter Lamelas, quien, en audiencia ante el Senado de su país, incurrió en graves intromisiones sobre asuntos internos de la Argentina. Asimismo, instaron al presidente Javier Milei, a no aceptar el plácet correspondiente ni aprobar las cartas credenciales que se presenten oportunamente.
Según expresaron desde el sector, Lamelas no solo avanzó sobre la autonomía de las provincias —amenazando con "vigilar" sus relaciones con China—, sino que también intervino en el Poder Judicial, exigiendo condenas contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y repitió falsedades sobre casos sensibles como el del fiscal Nisman. Estas expresiones, propias de un virrey colonial, violan el principio de no injerencia y la soberanía nacional, pilares del derecho internacional.
“Es inaceptable que un funcionario extranjero se arrogue el derecho de monitorear las relaciones de nuestras provincias, pretenda influir en decisiones judiciales y cuestione procesos políticos internos”, sentenciaron.
Por otro lado, exclamaron que estas declaraciones revelan una mentalidad colonialista que pretende tratar a la Argentina como un territorio subordinado a los intereses geopolíticos de Estados Unidos. “Más grave aún resulta el silencio cómplice del gobierno nacional, que en lugar de defender nuestra soberanía parece dispuesto a avalar esta sumisión”.
“La CTA-T denuncia esta nueva expresión de la Doctrina Monroe adaptada al siglo XXI, donde la presión diplomática reemplaza a las invasiones militares pero persigue el mismo objetivo: subyugar a los pueblos. Reafirmamos nuestro compromiso con la autodeterminación de los argentinos, la integración latinoamericana soberana y la defensa de nuestros recursos estratégicos”, concluyeron.