
Este 17 de marzo con una misa a celebrarse a las 20, en la Iglesia Santo Domingo se dará inicio al Pre Seminario Cura Brochero que funcionará en el Convento del Centro Santo Domingo. A la celebración la presidirá monseñor Dante Braida.
Esta nueva institución estará a cargo del Padre Mauricio Giménez y del seminarista Maximiliano Palacio quienes formarán comunidad junto a tres jóvenes que ingresan.
Para que cuente de qué se trata el seminarista Maxi por medio del área de Comunicación del Obispado, explicó que el “pre seminario “es un espacio para jóvenes que se plantean la vocación sacerdotal.
Los postulantes tienen la oportunidad de vivir una experiencia de discernimiento, acompañados por un sacerdote formador y en diálogo con el padre obispo puedan tener los elementos para tomar la decisión de ingresar al seminario mayor, o buscar un camino de discernimiento alternativo que le permita descubrir cuál es la vocación a la que Dios lo llama”.
“El pre seminario –señaló– surgió a partir de la necesidad de poder brindar a los jóvenes una experiencia de discernimiento. En el proceso de dar una respuesta al llamado de Dios, surgen diversas preguntas, dudas, temores que, por medio de este acompañamiento sistemático, tanto el joven como la Iglesia encuentran elementos en común que permiten alcanzar una instancia final de decisión madura”.
Luego comentó que “la misión de padre Mauricio es acompañar a los jóvenes en su proceso de discernimiento para la toma de una decisión final de ingresar al seminario o no.
Mi tarea será la de acompañar a los preseminaristas en las actividades intelectuales como en las tareas pastorales que desempeñen. Sobre el modelo convivencial, Maxi explicó que “primero los jóvenes vivirán con sus familias y participarán de las actividades intelectuales y pastorales de manera presencial.
Posteriormente, convivirán mitad de semana con sus familias y la otra mitad con los formadores asignados por el obispo (padre Mauricio y yo, en este caso). Y finalmente pasaron a un régimen de convivencia permanente con nosotros”.
Dentro de las actividades previstas para los jóvenes se encuentra, por una parte, la formación intelectual (cursado de materias introductorias referidas a la vida y accionar de un presbítero) y por otra, la formación pastoral (diversas actividades que se desarrollan en servicio del prójimo, es decir, visitar enfermos, espacios de escucha y otras por el estilo). En cuanto a las visitas, por supuesto que se los puede visitar.
Las puertas de esta casa de formación permanecen abiertas a todo familiar y amigo que ellos deseen recibir. Maxi expresó que “cualquier persona que tenga una inquietud vocacional, puede acercarse, con total libertad, a charlar con nosotros.
Buscamos poder acompañarlos a encontrar las respuestas, así que para nosotros es un gusto poder charlar y escuchar lo que tenga para decirnos. Cuando uno discierne la voluntad de Dios, es muy común que se presenten miedos, incertidumbres, conflictos internos, y estamos para eso, para ayudar a esclarecer el panorama”.
A quienes sienten el llamado de Jesús, Maxi enfatizó que “no se quede callado. Que no tenga miedo de hablar. Uno tiende a pensar que es el único que le pasan estas cosas, y en realidad no hay cura, religioso o seminarista que no haya pasado por lo mismo. “Un ciego no puede guiar a otro ciego”…, dice Jesús en los evangelios. Por eso es que estamos en esto, para ayudar, para brindar un oído atento”.