
La Policía avanzó con gases, camiones hidrantes y balas de goma. Hay detenidos y heridos. El ministerio de seguridad movilizó más de mil efectivos de las distintas fuerzas.
Las Fuerzas argentinas de Seguridad recurrieron a camiones hidrantes, balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar la habitual manifestación de jubilados de los miércoles en las afueras del Congreso, que en esta ocasión fue respaldada por aficionados de varios equipos de fútbol, por organizaciones sociales, sindicatos y partidos de izquierda.
El Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, desplegó el operativo "antipiquete" con cerca de mil efectivos de distintas fuerzas federales fuertemente equipados. También movilizaron camiones hidrantes y a la policía motorizada.
Si bien la convocatoria de la concentración era para las 17 horas, a las 15 la plaza del Congreso ya estaba repleta de jubilados e hinchas de distintos clubes de todo el país. Allí se registraron los primeros momentos de tensión con los efectivos que no permitían que los manifestantes bajen sobre Avenida Entre Ríos.
El principal reclamo de la marcha es por un aumento en las jubilaciones. En la actualidad la mínima es de $273.086,50 y, sumando el bono extraordinario de $70.000, llega a $343.086,50, lo cual no cubre una canasta básica para un hogar tipo 2 que es de $1.056.601,3.
A las 16 horas los efectivos de seguridad comenzaron a empujar y tirar gas pimienta sobre una columna de hinchas y jubilados que quisieron cortar Avenida Rivadavia. Con los mismos métodos efectivos de Gendarmería liberaron el tránsito en la Avenida Callao.