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Hoy se conmemora el día de Santo Tomás de Aquino

Cada 28 de enero, la Iglesia Católica celebra a Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia, patrono de los estudiantes; insigne filósofo y teólogo. Hoy, como cada año, él sigue siendo referente para quienes estudian filosofía o han decidido navegar en esas aguas no siempre calmas.



En menos de 50 años, Tomás de Aquino, escribió unas 60 obras, de las cuales una lo inscribió en la historia del pensamiento católico: la Summa Theologica, publicada por primera vez en el siglo XVI.

Además de combinar los métodos de los grandes filósofos con sus conocimientos de teología y su fe, el santo enseñó, predicó y hasta hizo milagros, siempre con gran éxito y alejado de la soberbia.

Tomás de Aquino nació en Roccasecca, localidad cercana a Aquino, Nápoles, en el año 1225. Realizó sus primeros estudios con los monjes del monasterio benedictino de Montecassino, ubicado cerca del castillo perteneciente a sus padres.

El siguiente paso lo condujo a la Universidad de Nápoles, donde destacó por su inteligencia y agudeza. Recibió los hábitos de la Orden de los Predicadores, o dominicos, entre 1240 y 1243, lo que despertó el recelo de su familia, sorprendida porque, a pesar de su origen noble, se había convertido en un simple fraile.

Teodora, su madre, viajó a Nápoles, donde los hermanos dominicos, viendo que estaba dispuesta a llevarse a Tomás de regreso a casa, lo enviaron a Roma.

Pero el intento fracasó, porque sus hermanos, quienes eran soldados del emperador, lo capturaron en Aquependente y le recluyeron en la fortaleza de San Juan de Roccasecca.

Al quedar en libertad hizo sus votos y, en Roma, el papa Inocencio IV examinó con atención los motivos que le llevaron a ingresar a la Orden de los Predicadores. Llegó a Colonia, en 1244 o 1245. Instalado en esa ciudad a partir de 1248, asumió como regente del studium generale de los dominicos.

En 1250, el arzobipso Conrado de Hochstaden lo consagró sacerdote. Luego de predicar en Alemania, Francia e Italia con sermones fuertes, piadosos, sólidos y llenos de referencias bíblicas, en 1251 ó 1252, asumió como bachiller del studium dominico de París.

Este fue el comienzo de su vida pública. Sus comentarios sobre las Sentencias de Lombardo fueron la base de su Summa Theologica. Obtuvo el doctorado en Teología, por la Universidad de París, en 1257.

A partir de entonces, su vida se resume en pocas palabras: rezar, predicar, enseñar, escribir y viajar para difundir sus conocimientos. Con frecuencia Tomás de Aquino entraba en éxtasis. El 6 de diciembre de 1273, dejó de escribir luego de experimentar un éxtasis de mucha mayor duración que la acostumbrada. Para entonces ya había terminado gran parte de la Summa Theologica.

Descrita por su autor como manual de doctrina cristiana la Summa Theologica es una completa exposición, ordenada con criterio científico, de la teología y a la vez un sumario de la filosofía cristiana. Su método puede considerarse ecléctico porque es aristotélico, platónico y socrático; inductivo y deductivo; analítico y sintético.

En suma, con un gran poder de síntesis, Tomás de Aquino tomó lo mejor de quienes le precedieron. En 1274, el papa Gregorio X lo invitó a participar del concilio de Lyon, previsto para mayo de ese año.

En enero, Tomás de Aquino partió hacia la ciudad, a poco de andar, se desplomó cerca de Terracina. Primero fue Llevado al castillo de Maienza, hogar de su sobrina, la condesa Francesca Ceccano y luego al monasterio cisterciense de Fossanuova, donde murió el 7 de marzo.

Canonizado por el papa Juan XXII, en 1323, sus restos fueron trasladados a la iglesia dominica de Toulouse, el 28 de enero de 1369, fecha de su celebración. Gran parte de sus reliquias permanecen en la iglesia de San Sernin, en un sarcófago de oro y plata.