El Gobierno intensificó sus críticas hacia las universidades nacionales al acusarlas de "inventar alumnos" para inflar la cantidad de cargos docentes y acceder a más presupuesto.
El secretario de Educación, Carlos Torrendell, afirmó que las universidades reciben fondos basados en el número total de estudiantes, pero que "600.000 alumnos, el 38% del total, no sabemos si están inscriptos en alguna materia". Además, señaló que la práctica de inflar la matrícula es algo que "tiene más o menos 200 años" y sugirió que esto contribuye a una administración ineficiente de los recursos educativos.
Estas declaraciones llegan justo antes de la Marcha Federal Universitaria, una protesta convocada para el 2 de octubre en rechazo a la oferta salarial del gobierno, que los gremios docentes consideran insuficiente. Torrendell catalogó la marcha como "política" y defendió la propuesta salarial del Gobierno, que incluye un aumento adicional del 5.8% sobre el ya pactado 1% para octubre. Según los gremios, sus salarios han perdido un 24% de poder adquisitivo frente a la inflación, lo que ha generado un fuerte descontento.
Torrendell también criticó la falta de equidad en el sistema educativo universitario, alegando que los estudiantes que se gradúan son mayormente aquellos con mayores recursos, y reiteró su compromiso con una "revolución de honestidad" para combatir la corrupción en la distribución de fondos en el sector educativo.