Las políticas ultraliberales y de la derecha fascista y autoritaria que aplica el presidente Milei pusieron en la mira a la economía social, popular y solidaria. Los movimientos sociales, los sindicatos, las cooperativas de trabajo, de campesinos, de consumo y de producción, las pequeñas y medianas empresas, las empresas recuperadas y autogestionadas están siendo expulsadas del sistema económico formal e informal.
Es una problemática que llegó a Argentina con el gobierno libertario, pero afecta a Latinoamérica y al mundo. Este fin de semana, La Rioja fue sede del IV Encuentro Latinoamericano de la Economía de los y las Trabajadoras.
Cada crisis política o económica deja nuevas formas de organización, nuevas estrategias que diseñan los precarizados, excluidos, desocupados, discapacitados, ex presidiarios, migrantes, cesanteados, trabajadores informales para sobrevivir. No es nuevo, menos en Argentina, pero esta vez, el avance de la derecha y la economía de libre mercado tiene apoyo social y se expande por el mundo con herramientas diferentes, en las que la tecnología, las redes sociales y las plataformas digitales de servicio cobran relevancia, por lo que enfrentarla fue el desafío que se plantearon expositores, asistentes, escritores, académicos, integrantes de la Pastoral Social, dirigentes y militantes de asociaciones, federaciones, sindicatos, periodistas y editores de medios de comunicación autogestionados, gestores culturales y sobre todo cooperativas gráficas, eléctricas, de vivienda, digitales, de educación no formal, agrícolas, de consumo, textiles, campesina, lácteas, mineras, etc., de cada organización social de Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Bolivia, Colombia y México, incluso uno de Turkiye (ex Turquía) que en gran número se dieron cita en el Paseo Cultural de esta ciudad.
Cómo seguir
El presidente de COPEGRAF, cooperativa editora de diario El Independiente, Julio Delgado, del comité organizador, dio el puntapié inicial al señalar que “las economías populares son una oportunidad de trabajo digno, pero ante el difícil contexto actual nos proponemos una hoja de ruta para que movimientos sociales, cooperativos, autogestivos, empresas recuperadas, continuemos adelante no solo en Argentina también en países de vecinos”.
El encuentro contó con amplio apoyo del gobierno provincial y fue inaugurado por el gobernador Quintela quién destacó el trabajo de las organizaciones sociales en este momento que atraviesa el país para “brindar o marcar un camino que garantice la sustentabilidad de las familias y el crecimiento de la economía” ante “una política contra las mayorías populares, que atenta contra la clase media y contra las políticas de inclusión de los gobiernos populares”.
Andrés Ruggeri del programa Facultad Abierta de la UBA, parte del comité organizador destacó, como poco común, el apoyo institucional del Gobierno provincial al encuentro. Por otra parte caracterizó a las políticas nacionales de apuntar a la “fragmentación de la clase trabajadora y debilitamiento de organizaciones populares”, y mencionó que hay trabajadores que no se sienten representados; no están organizados por eso encuentran respuesta en el discurso de salida individual sin presencia del Estado que propone Milei.
Oscar Huidobro de FEDECARA (Federación de Cooperativas Autogestionadas de la República Argentina) del comité organizador, recomendó “unidad de organización, lucha resistencia y autogestión en todos los sectores”.
Eva Verde, referente del Frente Popular “Darío Santillán” planteó enfrentar políticas de “nos vamos a salvar solos, de que somos artífices de nuestro destino y que si trabajo desde una aplicación digital soy mi propio jefe. Es un modelo que se basa en el individualismo, el consumismo y la crueldad, sobre todo la perversidad al disfrutar con eso malo que le pase al otro”.
Problemáticas similares
Los expositores o asistentes mostraron que las problemáticas en los países latinoamericanos son prácticamente idénticas. Así, Diego Rey, joven arquitecto chileno manifestó que, en su país, la vivienda social no existe, al negocio inmobiliario solo le interesa la ecuación costo-eficiencia y las mayorías no tienen acceso a la casa propia.
Ignacio Martínez Caballero del Sindicato de Electricistas de México (SEM) contó la experiencia cooperativista que surgió tras el despido de 44 mil empleados de una empresa eléctrica mexicana, en el 2009. El argumento privatizador no fue diferente al que se utiliza en otros países: empresa estatal con muchos empleados, salarios muy altos, ineficiencia y gastos excesivos, comentó el sindicalista.
Angélica Rodríguez Vázquez, Colombia, aseguró que es necesario hablar de otras economías, de otros modelos de economías transformadoras sobre todo para las mujeres de su país que sufren violencia económica, trabajos informales con flexibilización laboral sin garantía de derechos. Destacó al gobierno anterior y al reciente con una presidenta por un trabajo intenso para visibilizar la precariedad de las trabajadoras y el persistente patriarcado que no les deja espacios de participación.
Weimar Guarin Pamplona, "Vía Campesina", Colombia, en diálogo con Medios El Independiente sostuvo que “hay posibilidades de hacer cosas entre los diferentes países, de apoyarnos entre los trabajadores de las cooperativas y las organizaciones comunitarias porque nuestros problemas son los mismos y tenemos las mismas necesidades".
Conclusiones
Sobre el cierre de esta columna, se conocieron algunas conclusiones del encuentro. Como diagnóstico inicial marcó que latinoamérica, incluido el particular momento de Argentina bajo la presidencia de Milei, es una etapa muy agresiva del capitalismo mundial que pone en peligro organizaciones de autogestión de la comunidad trabajadora”.
Frente a eso, se expresó la “voluntad de sostener, reforzar, articular, generar herramientas de defensa y de promoción de nuestras organizaciones en Argentina, la región y Latinoamérica para la economía de los y las trabajadoras”.
Esa tarea incluye “crear redes de apoyo y promoción de la economía popular, sobre todo en Argentina y países donde no existen o han desaparecido programas estatales para el sostenimiento de la autogestión, salvo excepciones muy escasas en provincias argentinas”.
Otra de las conclusiones apuntó a fortalecer la red de organizaciones sociales para instancias de formación y articulación; intercambiar herramientas organizativas o de lucha, sostener derechos de los trabajadores autogestionados y los trabajadores en general con las particularidades y similitudes de cada país latinoamericano a partir de proyectos exitosos más una mirada crítica de las experiencias para mejorar los modelos organizativos, de gestión, comercialización y producción.
Por último, abogaron por un trabajo sostenido de la red de organizaciones que no solo se reactive ante cada nuevo encuentro, sino con el desafío de tener instancias de coordinación y debate con permanencia en el tiempo y en las acciones.
Sin representantes ni líderes
Sobrevoló durante los tres días de debate, una preocupación entre disertantes y militantes que tiene que ver con la falta de representación política de las demandas populares entre los partidos políticos opositores, incluida la falta de liderazgos. Se trata de encontrar líderes, dirigentes y/o conductores capaces de interpretar las demandas sociales, económicas y culturales actuales y transformarlas en opción de gobierno.
Un detalle importante es que los representantes del pueblo sean capaces de ejecutar políticas transformadoras, innovadoras, inclusivas, de equidad y redistribución de la riqueza, lo que significa enfrentar al poder económico instalado no solo en Argentina también en países de la región evitando lo que sucedió con Moreno en Ecuador, Fernández en Argentina, Arce Catacore en Bolivia o Boric en Chile.
En Argentina, sin desconocer, que el gobierno libertario surgió de un proceso democrático y gestionó con rapidez y contundencia, incluso en acuerdo con la oposición en el Congreso; no es menos cierto que enfrente esta la mitad de los argentinos en la pobreza, un Estado sin políticas públicas, una inflación a la baja a costa de ingresos y ahorros de los argentinos y; a punto, de pedir un nuevo préstamo al FMI que como el anterior se irá por la “canaleta” de la especulación financiera.
Los gobiernos peronistas, han sido los únicos con políticas para la economía popular. El PJ ahora, inmerso en una interna de egos personales y con dificultades para sumar una dirigencia que se aprovecha del cargo y se bandea de izquierda al centro y/o a la derecha. Cristina Fernández anuncia convocarlos, pero teme “al transfuguismo político” y Ricardo Quintela que tendrá la tropa unida en la provincia hasta el año próximo, tampoco muestra avances con los peronistas antik menos con los que coinciden con algunas políticas libertarias de control de las cuentas públicas.