El exvicepresidente Jorge Glas, quien tiene una orden de prisión, se refugió en la embajada de México en Ecuador de diciembre de 2023.
Un grupo de policías ecuatorianos entró en la noche de este viernes a la Embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, a quien el mismo día el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le concedió el asilo luego de que ingresara a esa legación desde el 17 diciembre de 2023.
Varios policías subieron paredes y vallas de la sede diplomática y luego salieron de esa residencia, que estuvo desde temprano fuertemente custodiada por militares, en un momento de tensión entre ambos países.
«El Gobierno Nacional informa a la ciudadanía que Jorge Glas Espinel, condenado a pena privativa de libertad por la justicia ecuatoriana, ha sido detenido esta noche y puesto a órdenes de las autoridades competentes», informó posteriormente la secretaría de Comunicación de la Presidencia de Ecuador.
López Obrador anuncia suspensión de relaciones
Minutos después, el Gobierno ecuatoriano confirmaba en un comunicado en redes sociales la detención de Glas, al igual que lo hacía el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en redes sociales para denunciar «una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México».
«He instruido a nuestra canciller (Alicia Bárcena) que emita un comunicado sobre este hecho autoritario, proceda de manera legal y de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el Gobierno de Ecuador», anunció López Obrador.
¿De qué se acusa a Jorge Glas?
Glas se encuentra en medio de una investigación por presunto peculado, un delito imprescriptible que se castiga hasta con 13 años de prisión.
De acuerdo con la Fiscalía de Ecuador, Glas y otros dos funcionarios del gobierno del expresidente Rafael Correa (2007-2017) desviaron los fondos destinados a la reconstrucción de la provincia de Manabí, en el suroeste de Ecuador, hacia otros proyectos.
La Fiscalía sostiene que en el caso hubo «abuso de los fondos estatales y que –incluso– hasta la presente fecha es palpable la inexistente reconstrucción de obras tras el terremoto» que afectó a la región de Manabí el 16 de abril de 2016.
Glas lideró un comité para la reconstrucción de zonas afectadas por el fenómeno natural, para lo cual el gobierno recaudó unos 1,614 millones de dólares de aportes obligatorios de los salarios de todos los empleados y el alza temporal del Impuesto al Valor Agregado.
La investigación «determinó que existiría un abuso de dinero público en beneficio de terceras personas», ha señalado la fiscalía, que sostiene que hasta la fecha no se ha evidenciado un proceso de reconstrucción de los poblados afectados por el sismo de 7.8 grados de magnitud.
En otro proceso distinto, Glas fue condenado en diciembre de 2017 —fecha en la que ya había sido reelegido— a seis años de cárcel por la trama de corrupción de la firma brasileña Odebrecht. En 2022 obtuvo su libertad condicional.