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Diógenes Mercado aún no aparece y su familia denuncia desinterés de las autoridades

Se trata del hombre de 65 años, de quien no se tiene noticias desde el pasado 21 de diciembre, cuando se escapó de una clínica terapéutica en la que se encontraba en rehabilitación. En diálogo con Medios El Independiente, Marita Mercado, sobrina de Diógenes, aseguró: "Aún no tenemos ningún tipo de novedades".



Pasaron 13 días desde que Diógenes Mercado fue visto por última vez y, el incremento de días condice con la desesperación de su familia, que va cada vez más en aumento.

Por ello, este medio se comunicó con su sobrina, Marita Mercado, quien expresó: “Mientras más difusión, mejor, para lograr dar con alguna persona que pueda dar información, porque debido a las lluvias es imposible buscar rastros”, remarcó, añadiendo: “No tenemos indicio para qué sector salió, ni nada. Suponemos que sería para el sur, pero es solo una suposición”. Al respecto, relató que su tío se encontraba en la Comunidad Terapéutica de Rehabilitación “Revivir”, ubicada por Ruta 38, en cercanías al ingreso del Hipódromo El Algarrobo.

“Los gerentes son Antonio Zárate y Raquel Llanos”, dijo Marita, añadiendo que Diógenes estaba allí “con diagnóstico de alcoholismo crónico y un problema mental”. Siguiendo con sus declaraciones a este medio, la mujer, quien reside en Chepes, señaló: “El día 21 de diciembre de 2023, a las 22:30 aproximadamente, me informó la señora Llanos que mí tío Diógenes César Mercado, supuestamente se fugó de la comunidad. Por cuestiones económicas, pude viajar recién el día sábado 23, en donde fui atendida después de una hora de estar allí, por un Lic. en Trabajo Social, Javier Zárate, que sólo me dijo que mí tío siempre estaba con intenciones de fugarse y que en un momento se descuidaron.

Recién se percataron que mí tío no estaba como a las 11:30 o 12:00, que salieron a buscarlo y no lo pudieron encontrar, por lo que a las 16:00 llamaron a la Comisaría Sexta para informar la fuga, como también me dijo que ya había radicado la denuncia el día sábado a la mañana”, indicó.

Asimismo, Mercado manifestó que, desde el momento en que fue informada sobre la desaparición de su tío, intentó comunicarse con las autorida - deencagadas de la búsqueda, hasta pder viajar a la Capital. “Desde el jueves a la noche, que yo me enteré vía telefónica, me comunicaba con el jefe de Comisaría Sexta, comisario Tello. Luego de dialogar con el licenciado, me dirigí a la Brigada de Investigaciones, a la División de Búsqueda de Personas; me tomaron declaración y el día domingo regresé nuevamente a la Comunidad Terapéutica y no había ningún encargado ni nada”, dijo.

 
Presuntos maltratos
 
A su vez, aseguró que hubo un supuesto desinterés por parte de la clínica donde se encontraba Diógenes. “Llamé a la señora Raquel Llanos y me dice que ella estaba en contacto con los encargados de la búsqueda, pero que la policía se tenía que hacer cargo de encontrarlo y que yo debía buscar todos los medios para que haga algo la Policía, porque ella se encont r a b a e n Catamarca desde el día martes 19, porque ‘tenía derecho de descansar y su viaje era programado’”, sostuvo , sobre la respuesta que le dieron desde “Revivir”, añadiendo: “A los dueños de la clínica aún no les he visto su cara, solo a la señora Raquel Llanos, vía telefónica, quien me acusa a mí, porque dice que yo lo dejé y jamás volví, y que no se supo de mí.
 
En parte tiene razón, regrese sólo dos veces por cuestiones de salud y personales que ella sabía, pero yo siempre estuve pidiendo videollamadas, que una sola vez pude acceder; pedía videos y fotos para verlo.
 
Creía que él estaba bien cuidado y atendido, pero ahora ella dice que no conoce a la familia y que nunca nos contactamos con ella, entonces, ¿quién le hacía las transferencias del sueldo de mí tío?”, reflexionó.
 
Asimismo, aseguró que recibió versiones de presuntos hechos de violencia en la institución, a lo que dijo: “Esto es una agonía para mí. El tiempo que estuve allá, me entero que no fue la primera vez que mí tío se daba a la fuga, que a él lo conocían todos en el barrio porque andaba afuera y que lo maltrataban. No se imaginan lo que es sentir que estuve pagando para que el estuviera bien, que tenga otra forma de vivir dignamente, y saber que me lo trataban peor que a un perro, que yo estuve pagando para que él viviera un calvario. Esto no tiene nombre”, exclamó.