Wim Wenders y un regreso con gloria (a la ficción)
A casi 40 años de consagrarse con la Palma de Oro con "París, Texas", el director alemán vivió la última edición del prestigioso festival por triplicado. Presentó "Perfect Days" -la historia de un hombre maduro y solitario que se dedica a limpiar baños públicos de Tokio-, el documental 3D "Anselm" y también participó -del otro lado de la cámara- de "Room 99".
Próximo a cumplir 78 años, el director Wim Wenders tuvo en la 76ª edición de Cannes que finalizó el último sábado su regreso a lo grande en el universo de la ficción con “Perfect Days”, una película aclamada, premiada y vendida a todo el mundo.
¿Por qué lo de regreso si nunca ha dejado de filmar cortos, medios y largometrajes para cine, televisión o streaming? Porque para buena parte de la crítica y la industria, el mítico realizador nunca había logrado recuperar al nivel de sus primeras películas, aquellas que formaron parte e impulsaron el movimiento conocido como Nuevo Cine Alemán entre las décadas de 1960 y 1980.
Wenders compitió por primera vez en Cannes en 1976 con “En el transcurso del tiempo” y volvió con “El amigo americano” (1977), “Hammett” (1982) y “Paris, Texas”, que le valió la consagratoria Palma de Oro en 1984. Al poco tiempo, regresó con “Las alas del deseo” en 1987 (ganó el premio a Mejor Dirección), “Tan lejos, tan cerca” en 1993 (recibió el Gran Premio del Jurado), pero luego su estrella se fue apagando: “The End of Violence” en 1997, “Don't Come Knocking” en 2005 y “Palermo Shooting” en 2008. Las últimas, recibidas con no pocos silbidos y abucheos.
En las últimas décadas Wenders tuvo mucha mejor repercusión como documentalista (sumó tres nominaciones al Oscar con “Buena Vista Social Club”, “La sal de la tierra” y “Pina”) que como realizador de ficción, pero “Perfect Days”, que narra la historia de un hombre maduro y solitario que se dedica a limpiar cada día los baños públicos de Tokio (el film es un claro homenaje en varios sentidos a su admirado Yasujiro Ozu), le generó un respaldo casi unánime: premio a Mejor Actor para el extraordinario Koji Yakusho, sold out en las ventas internacionales (para América Latina fue adquirida para cine y streaming por MUBI) y críticas laudatorias.
“Perfect Days”, una mirada bella, sensible y poética a la rutina de un hombre que es feliz y riguroso con lo que hace (aunque limpiar baños contenga una carga negativa desde el prejuicio social), tiene -según indicó el propio Wenders- algo entre catártico y de reivindicación de la nobleza: “Al entrar en la vida del protagonista Hirayama, nos sumergimos lentamente en su forma de ver. Pero muy en serio: cada película nos enseña su propia percepción. Algunas películas nos enseñan a ver con descuido, otras nos enseñan a ver con una mirada amorosa”.
Pero “Perfect Days” no fue lo único que Wenders llevó este año a Cannes, ya que también estrenó -en este caso fuera de competencia- “Anselm”, otro de sus documentales en 3D (sigue siendo un acérrimo defensor del formato) sobre el arte moderno, en este caso sobre Anselm Kiefer, uno de los más innovadores e influyentes pintores y escultores germanos (actualmente, a los 78 años, radicado en Francia), al que filmó durante un período de dos años.
Y el cineasta alemán también formó parte de “Room 999”, film de Lubna Playoust que es una suerte de secuela de “Room 666”, dirigida por el propio Wenders y cuya historia conviene rescatar.
En 1982 el por entonces treintañero Wenders rodó el documental “Room 666”, en el que entrevistó en la habitación que lleva ese número en el mítico hotel Martínez de Cannes a 16 directores y directoras fundamentales (Jean-Luc Godard, Michelangelo Antonioni, Rainer Werner Fassbinder, William Herzog, Paul Morrissey, Susan Seidelman, Robert Kramer, Monte Hellman y Steven Spielberg, entre varios otros) con un simple interrogante: sus visiones sobre el futuro del cine.
Anselm el documental 3 D que Wnders present en Cannes Prensa
"Anselm", el documental 3 D que Wnders presentó en Cannes. (Prensa)
Cuatro décadas más tarde, Playoust retoma la posta de aquel largometraje y en la introducción va en busca de un enorme árbol que por entonces había filmado Wenders y que hoy luce caído. Más allá de ese preámbulo simbólico y de algunas reflexiones al respecto por parte de la propia directora, el eje de “Room 999” es el mismo que el de “Room 666”: planos fijos de realizadores y realizadoras reflexionando a partir de la siguiente pregunta/premisa: ¿Es el cine un lenguaje a punto de perderse, un arte a punto de morir?
Quien empieza hablando, claro, es Wenders (se dirige con amor a los futuros cineastas) y luego se le sumarán otras figuras como Audrey Diwan, David Cronenberg, Joachim Trier, Shannon Murphy, James Gray, Arnaud Desplechin, Lynne Ramsay, Asghar Farhadi, Nadav Lapid, Claire Denis, Davy Chou, Baz Luhrmann, Alice Winocour, Ayo Akingbade, Olivier Assayas, Paolo Sorrentino, Agnès Jaoui, Kirill Serebrennikov, Cristian Mungiu, Kleber Mendonça Filho, Albert Serra, Monia Chokri, Ninja Thyberg, Pietro Marcello, Rebecca Zlotowski, Ali Cherri, Ruben Östlund, Clément Cogitore y Alice Rohrwacher.
Un largometraje de ficción (“Perfect Days”), un documental en 3D (“Anselm”) y la presencia estelar en una película inspirada en un trabajo suyo (“Room 999”)...
Lo dicho: Wenders y un regreso con toda la gloria.
Fuente Télam