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06/02/23

Muchachos…no nos vamos a ilusionar

Cuando Ricardo Darín, con buenos deseos, dedicó unas palabras en español al público que estaba allí en una entrega de premios, dijo que luego de la Copa del Campeonato Mundial de fútbol, sería bueno traer el Oscar para Argentina. Estaba en una gala que se realiza en Norteamérica, como un adelanto de lo que podría ser ganar la codiciada estatuilla de Hollywood. ‘1985’, fue premiada en varios lugares de Estados Unidos y Europa; Quedó elegida entre las cinco mejores películas de idioma extranjero para competir.



Por Carlos Liendro

 

No se puede negar que la película ‘1985’ ha sido una de las más importantes de Argentina en estos últimos años. Su nominación nos recuerda a varios intentos que tuvo Argentina desde ‘Dios se lo pague’ (filmada en 1947, siendo la primera vez que Argentina fue elegida por la Academia de las Artes y Ciencias cinematográficas de Hollywood). ‘La tregua’ fue otra de las oportunidades que tuvo nuestro cine en 1974, pero esa vez el premio se lo llevó ‘Amarcord’, de Federico Fellini. Argentina pudo ganar su primer Oscar recién con ‘La historia oficial’ (filmada en 1985) un 24 de marzo de 1986, diez años después del golpe cívico- eclesiástico- militar.

Hay varios puntos para desarrollar entre el primer Oscar obtenido y la postulación de la película de este año. Una de las primeras- en un tono más superfluo- era que hay que traer el tercer Oscar (comparando a la tercera Copa del Mundo, ganada en Qatar), como si el cine y la pasión del fútbol fueran lo mismo. El segundo premio de Hollywood, se ganó con ‘El secreto de sus ojos’ (en 2010. Otro año emblemático para Argentina con la celebración de los 200 años de aquel 25 de Mayo). Lo que vamos a intentar comentar es que los premios- como sucede en varios aspectos de lo Cultural- tienen una ‘muñeca política’. Así sucede con premios internacionales como los Nobel, en materia de Literatura y de ‘La Paz’. Es una lucha de instituciones, países, empresas literarias que pujan porque sea nominado su candidato, en medio de lo ideológico- político y los negocios culturales del los libros. Por eso algunos se admiran cuando se cuando se enteran de por qué Borges nunca recibió el Premio Nobel de Literatura (en esos tiempos la Academia de Letras sueca, observaba los pasos de ‘Georgi’ cuando coqueteaba con Pinochet y Videla); del otro lado siempre los premios Nobel se entregaban para presionar sobre lo que sucedía en la URSS. Uno de los primeros que fue obligado a renunciar fue Boris Pasternak (lo premiaron en 1958, su obra ‘Dr Zhivago’ había sido traducida a occidente) apretado por los aparatos políticos que aún controlaba lo que quedaba del stanilismo.

La Academia de Hollywood, cuando se encuentra frente a películas como ‘1985’, también tiene en cuenta varias cuestiones. Se dijo que no era casualidad que ‘La historia oficial’ fuera premiada en aquel tiempo. Era un retorno a la democracia. Por eso desde el vamos las productoras que invirtieron en ‘1985’ están trabajando a full. Con esto no queremos en ningún momento desmerecer la calidad del film (la dirección, los actores, la fotografía); lo que sí nos permitimos observar es el guión: el tema que trata 1985. Se la ha encuadrado en varios aspectos. Como una cuestión única de la memoria de ese tiempo; porque han sucedido muchos otros puntos: sino la película debería llamarse ‘Strassera’ (ya que queda como el héroe central, donde gira todo).

Algunos han confundido que criticar esta película era criticar al juicio a ‘las juntas militares’. Es verdad que fue la primera vez que un gobierno democrático enjuiciaba a una Junta Militar en Latinoamérica. Y hasta ese momento era algo impensable, inédito y muy valiente. Lo que tiene el guión de esta película es su aspecto sesgado. Una mirada limitada- de las clases medias- en lo histórico y lo político. Hasta algunos radicales se han quejado, de que Alfonsín no aparece mucho, y se le echa toda la culpa a Trocoli (en ese momento ministro), cuando había muchos más (dentro de los radicales) que no estaban de acuerdo con el Juicio a las juntas. La decisión fue de la línea de Alfonsín. Son esos momentos en la historia donde los políticos se juegan (como hizo Kirchner al descolgar los cuadros en el corazón de la escuela militar). Son hechos trascendentes. Por eso la película gira en torno a un protagonista, donde el personaje sufre, junto a otro fiscal joven. ¿La gente se siente identificada con esto? , tal vez sí, y para muchos eso es la ‘Memoria’.  Para nuestra generación que luego vio como Alfonsín bajaba las banderas al decretar la amnistía a los militares (las ‘Leyes de obediencia debida’, que luego Menem continúo unos años más tarde), no representa todo lo que estaba sucediendo en 1985.