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La UNSAM publicó el Índice de Confianza Social en la Moneda de noviembre

El índice muestra un movimiento mínimo, sin tendencia definida. La mejora de octubre se revierte en noviembre, dejando a la confianza monetaria en un nivel crítico y estable, más cercano al equilibrio frágil que a un cambio sustantivo.



La universidad Nacional de San Martín volvió a publicar el informe, cuyo estudio también muestra la distribución desigual de confianza entre las monedas predominantes de la economía argentina, según las funciones que cada una cumple. La confianza en el peso es menor que en el dólar como reserva de valor (2,53 vs. 3,21) pero muy superior en sus otras dos funciones, unidad de cuenta (3,70 vs. 2,78) y medio de pago (3,91 vs. 2,46).

En síntesis, el peso conserva mayor confianza en la vida cotidiana, pero se debilita críticamente como instrumento de ahorro y como proyección de estabilidad en el tiempo.

Otro dato recabado da cuenta que, las mujeres presentan una mayor confianza general en la moneda que los varones. Particularmente dicha confianza se sustenta en su expectativa de valor.

En términos etarios, a mayor edad de la población, menor es la confianza de la moneda en términos generales, aunque no así en sus diversas funciones.

De acuerdo con el nivel socioeconómico, los resultados presentan algunos contrastes. Si bien entre puntas los valores destacan como los sectores más favorecidos muestran mayor confianza en la moneda que los menos desfavorecidos, sectores como la clase media baja, muestran valores idénticos a los estratos más altos.

La confianza en la moneda también presenta marcadas diferencias medida según la región del país. El GBA presenta los guarismos más bajos, mientras en el resto del país la confianza en la monda es mucho más elevada.

En noviembre de 2025, mientras un 36% no cree que el gobierno pueda estabilizar el valor del peso (nada de acuerdo o algo de acuerdo), un 42% se muestra favorable a que el gobierno pueda alcanzar dicho objetivo (muy de acuerdo o totalmente de acuerdo).

Entre octubre y noviembre el rechazo duro se derrumba 10 puntos en un mes. La variación clave está en “Muy de acuerdo”, que se duplica.  Las mujeres aportan el mayor porcentaje de cambio de perspectiva con respecto a la confianza que el gobierno estabilice el valor del peso.

Según la edad de los entrevistados cae el pesimismo marcadamente entre los mayores de 30 años entre octubre y noviembre. Los más jóvenes muestran valores altos de optimismo en ambas mediciones, pero un nivel menos de confianza en que el gobierno estabilice el peso.

La expectativa que el gobierno estabilice el peso sigue claros patrones electorales. Los votantes de LLA 81% están muy o totalmente de acuerdo que el gobierno estabilizara el valor del peso. Entre los votantes del FP se derrumba a 10%. Quienes votaron a LLA en 2023 y en 2025 presentan un mayor optimismo con respecto a cómo el gobierno estabilizara el valor del peso que los votantes que solo optaron por el oficialismo la última elección legislativa.

El ICSM es más elevado para los votantes que volvieron a votar LLA en 2025 que con respecto a los votantes que solo lo hicieron en esta última elección. La confianza en la moneda esta partida según preferencias electorales. El votante del peronismo en elecciones presidenciales 2023 y legislativas 2025 expresa un ICSM de 2.43 muy lejos del promedio general y de los valores del votante de LLA.