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¿Puede Argentina volver a ganar el Mundial en 2026?

Ver a Messi levantando la Copa del Mundo en Qatar 22 fue una imagen que quedó grabada en la mente de miles de millones de personas en todo el mundo. Y es que cómo no, si la búsqueda de la tercera estrella para el escudo de la selección fue la culminación del anhelo más deseado del astro argentino, un sueño perseguido incansablemente y, claro, una explosión de alegría que unió a un país.



Apenas se han apagado los ecos de esa celebración, surge la pregunta de si será posible repetir la hazaña. Y a pesar de que la esperanza se mantiene firme, ganar dos Mundiales de forma consecutiva es una proeza de una dificultad tan elevada que apenas dos selecciones lo han logrado en los cien años de historia del torneo.

¿Se justifica la ilusión?

Muchos creen que la albiceleste podría ser bicampeona, y la razón para pensar en ello es la propia selección, ya que esta ha demostrado que es mucho más que un grupo de buenos jugadores acompañando a un genio. La selección argentina es un sistema cohesionado, con una identidad de juego clara, una solidez defensiva admirable y, sobre todo, una fortaleza mental a prueba de balas.

La capacidad del equipo para sufrir, adaptarse a diferentes rivales y sobreponerse a momentos críticos fue su sobresaliente virtud, y por suerte, esta estructura se mantiene y sigue evolucionando.

Los astros del equipo llegarán al Mundial 2026 en una edad ideal o en plena madurez: Emiliano Martínez, Cristian Romero, Enzo Fernández, Julián Álvarez y Lautaro Martínez seguirán siendo esenciales, pero ahora con más experiencia. La consistencia mostrada por el equipo de Scaloni significa que siguen siendo un contendiente principal, y así se ha demostrado en la mayoría de las casas de apuestas online, por lo que, sin dudas, las expectativas se mantienen en lo más alto.

La presencia de Messi, quien recientemente renovó con el Inter de Miami, está rodeada de interrogantes, y de hecho, él mismo ha confesado que no cree en esa posibilidad. Sin embargo, en caso de que cambie de opinión, su presencia en el plantel ya sería suficiente para inspirar a algunos, pero la mejor opción es dejarle jugar algunos minutos, puesto que su liderazgo e influencia son necesarios.

A esto se suma el constante surgimiento de nuevos talentos argentinos que ya piden paso, como Alejandro Garnacho o Valentín Carboni, quienes aportan frescura, competencia interna y aseguran que el recambio generacional se gestione con naturalidad.

¿Por qué repetir es casi imposible?

Ganar un Mundial exige una combinación casi perfecta de talento, trabajo, mentalidad y fortuna, por lo que repetirlo requiere todo eso multiplicado por dos, enfrentando además nuevos desafíos.

El principal es la presión de ser el campeón. Argentina ya no será una sorpresa, sino que será el rival a batir, y cada oponente saldrá a jugarles con una motivación extra.

Por otro lado, mantener el hambre después de alcanzar la gloria máxima es otro reto psicológico enorme. Además, mientras el paso del tiempo beneficia a algunos, afectará a algunas figuras clave del ciclo anterior.

La gestión de la transición, integrando a los nuevos valores sin perder la química y la mística del grupo campeón, será una tarea delicada para el cuerpo técnico.

Finalmente, la competencia será feroz, puesto que tenemos a Francia, con una profundidad de plantilla asombrosa. Brasil, siempre candidata por historia y talento. Inglaterra, con una generación joven y consolidada. O las potencias europeas como España y Alemania, siempre capaces de reinventarse. Pero lo que sí está claro es que todas ellas llegarán a 2026 con el objetivo de destronar al campeón.

El camino al bicampeonato

Revalidar el título no es imposible, pero requerirá que Argentina mantenga e incluso eleve el nivel mostrado en Qatar. Y para ello, la gestión exitosa del recambio generacional será fundamental, por lo que se deberá acertar al integrar a los nuevos talentos, dándoles minutos y responsabilidades de forma progresiva para que lleguen al Mundial con el rodaje necesario.

Como mencionamos, mantener la humildad y el espíritu de grupo que caracterizó a la Scaloneta será igualmente crucial. Será necesario evitar a toda costa las posibles divisiones internas, gestionar los egos y conservar esa mística de equipo por encima de las individualidades; es la base sobre la que se construyó el éxito.

La incógnita sobre Messi será un factor determinante. Si finalmente decide jugar, encontrar su rol ideal dentro de la estructura del equipo, adaptado a su condición física, será clave, porque su inteligencia táctica puede seguir siendo útil.

A todo esto, hay que sumar factores obvios como evitar lesiones en los jugadores clave en los meses previos al torneo. Pero, sea como sea, necesita adaptarse y demostrar de lo que está hecho para unirse a la lista de equipos que han logrado esta hazaña. Y si bien el camino será extremadamente difícil, la ilusión está intacta.