Diario El Independiente || Edición Digital
Skip to main content

Tembladeral

Los números de la caída de la economía, tres duros reveses en el Congreso y la interna declarada en La Libertad Avanza desataron, durante la semana, un tembladeral en el gobierno nacional creando a la vez una oportunidad a los partidos opositores, especialmente al justicialismo.



Oportunidad que no aparece consolidada como espera el electorado que rechaza el ajuste impuesto por los libertarios. En el peronismo, no terminan de definirse los liderazgos ni el debate sobre cómo reconquistar a las mayorías.

Ricardo Quintela pretende terciar entre los nuevos conductores y muestra fuerza y contundencia en el discurso y en las acciones tanto que aún contra un viento Zonda que llega cada vez más fuerte, logró que se reformara la Constitución provincial; que los Chachos estuvieran en la calle; que Mazzuchelli fuera destituida como jueza; que exige a acreedores externos una renegociación por el préstamo del Parque Eólico para no perjudicar los ingresos de los riojanos diezmados por el gobierno nacional. Todo sostenido por un constante rechazo a políticas nacionales. ¿Será suficiente?

Quedan 50 días para presentar candidatos para la renovación del Partido Justicialista Nacional por si se hacen las internas, pero aún cuando haya lista de unidad, el desafío estará en la propuesta electoral y en la organización política para incorporar el año próximo más legisladores y en el 2027 recuperar la presidencia de la Nación.

¿Habrá fuerza opositora?

La oposición en general considera fracasado el programa económico de La Libertad Avanza y pretende reestructurarse para quedarse con el caudal electoral del oficialismo o colaborar en mejores condiciones para las propias agrupaciones políticas o sectores de poder económico que defiende.

El PRO, aliado a los libertarios, en la palabra de su líder, Mauricio Macri pasó de impulsar el rechazo al DNU de fondos reservados a la SIDE a pedir el veto de la ley de Movilidad Jubilatoria que sus propios senadores votaron. Macri se debate entre mantenerse cerca de Milei y a la vez demandar protección para causas judiciales como el Correo. "Estuve reunido (con Macri) en Olivos cenando y él me dio explicaciones. Y la verdad es que, digamos, a mí no me resultaron satisfactorias", lanzó Milei respecto al encuentro que tuvieron el miércoles después de que el ex presidente mandó a sus diputados a votar contra del DNU. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich fue contundente: “Usa a los senadores como carne de cañón y atentan contra el plan económico del gobierno que dicen apoyar. Estás de un lado o del otro. Basta de especular”.

El radicalismo de la más que centenaria Unión Cívica Radical (UCR) está fragmentado. Un primer triunfo fue el nombramiento del presidente del partido, Martín Lousteau, como titular de la Comisión Bicameral para vigilar los fondos en la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE). Lo consiguió con el apoyo del peronismo, incluida la senadora riojana Florencia López. En Diputados, los alejados de JxC dieron quórum y rechazaron el DNU y los 100 mil millones de pesos para gastos reservados de la SIDE. Facundo Manes y Lousteau coincidieron que "es inmoral que el gobierno diga que no hay plata para jubilados y docentes, sí para el espionaje". No todo el radicalismo estuvo de acuerdo y cuatro gobernadores cercanos a Milei sacaron un comunicado con el título: "Queremos un cambio en el país y una UCR moderna”. En ese contexto, la dirigencia radical no termina de aunar criterios y varios radicales van por otra UCR que no permanezca impávida ante tanto desatino y ajuste.

Hasta acá, el PRO y la UCR aparecen divididos, claro está que el desbande en Juntos por el Cambio es más de personalismos e intereses sectoriales que en el radicalismo, donde tiene una profundidad ideológica mucho más significativa en relación al rol del Estado y del Mercado en la economía del país.

¿Dispersos o unidos?

El Partido Justicialista es la tercera pata de la oposición contra el gobierno nacional. En el Senado y en Diputados, perdieron la mayoría y salvo contadas excepciones, la unidad logró mantenerse desde la derrota en diciembre.

Por afuera, la dirigencia está dispersa, la militancia desmovilizada y la famosa “organización que vence al tiempo” desaparecida. Hay ocho gobernadores, que accedieron por el PJ Axel Kicillof (Buenos Aires); Ricardo Quintela (La Rioja); Raúl Jalil (Catamarca); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Osvaldo Jaldo (Tucumán); Gildo Insfrán (Formosa); Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Sergio Ziliotto (La Pampa). Solo Quintela, Insfran y Kicillof, quizás Ziliotto, mantuvieron una férrea oposición al gobierno nacional. El resto se acerca y se aleja, según las circunstancias.

La derrota frente a los libertarios puso al peronismo en su peor crisis identitaria porque fueron las políticas de justicia social, inclusión y soberanía económica las más cuestionadas. Territorialmente, las provincias del Norte que habían sido las de mayor caudal electoral quedaron vaciadas de presencia sumado a eso la falta de conducción y liderazgo entre los jóvenes, otra de sus columnas más valiosas. Y por si no fuera poco debe reinterpretar las demandas sociales y reconstruir un discurso que transite por canales tradicionales y redes sociales.

Debe hacer autocrítica y definir un modelo económico que amplíe o limite al Estado; en lo electoral mejorar representaciones y en lo político recuperar a “exilados”, algunos con peso electoral, otros con presencia mediática y los decepcionados, por la última gestión de gobierno.

Lo más urgente será la definición de liderazgos -continuidad o renovación-, de acá al 17 de noviembre incluso si opta por lista de unidad. El reclamo de renovación y nuevos líderes parece una utopía. ¿Qué jóvenes peronistas han surgido en estos tiempos?

@ Quintela 2027

Ricardo Quintela ya expresó su aspiración, en caso que se lo propongan, a la presidencia del partido. El mes pasado se abrió en redes sociales la cuenta Quintela Presidente y la Mesa Nacional Quintela Presidente que va más allá de lo partidario ya que arrobó el nombre con Quintela 2027, año en que debería finalizar el mandato de Milei.

Hasta ahora con 500 seguidores reposteó actividades oficiales, cuestionó medidas libertarias y difundió una nota periodística donde se lo presenta como candidato posible para enfrentar a quienes quieren frente al PJ a CFK. El centralismo porteño también existe en el peronismo y eso hará cuesta arriba las intenciones de RQ quien va a necesitar mucho más que elogiosas y vacías declaraciones de los cuadros dirigenciales riojanos para ofrecer un modelo económico basado en el Estado.

La Rioja es una provincia desfavorecida por la Naturaleza, por eso se debe fundamentar con solvencia cómo hacer eficiente los servicios de salud, educación, seguridad y justicia; como y con qué industrializar a la provincia y el rol de las SAPEM; consecuencias o beneficios de una reforma laboral y como debe funcionar la comunicación en tiempos de virtualidad, más una cuota no menor de mecanismos tradicionales como movilizaciones o actos partidarios.

Todas esas demandas necesitan profundizar el conocimiento histórico, social, económico y cultural de los sistemas políticos locales, nacionales e internacionales actuales y pasados con una sociedad que parece desconocer que las políticas libertarias, con otros nombres, ya ocurrieron en la Argentina.

Tres derrotas al hilo

Hasta ahora, las tres derrotas en el Congreso, no aparecen como una oportunidad cierta para que la oposición frene o consensue medidas contra el ajuste y la caída de la economía nacional.

Fueron tres días seguidos en que Milei no pudo pisar terreno firme y la gestión se sumió en un tembladeral. Varios aprovecharon para moverle el piso, suponiendo que la circunstancial alianza de dos tercios de opositores habilitara la ventana para un posible juicio político. El propio Macri lo salvó, tras anunciar que apoya el veto al aumento a las jubilaciones, cuando mandó a los senadores a votar a favor.

Fue un revés tras otro. El martes 20, un acuerdo entre radicales, peronistas y algunos legisladores más nombró al senador Martín Lousteau, presidente de la Bicameral. No solo fue un triunfo opositor, es que el PRO y LLA fueron con candidatos separados.

El miércoles 21, otra alianza opositora en Diputados rechazó el DNU que otorgaba 100 mil millones de pesos a la SIDE, un organismo para conflictos externos utilizada en el gobierno de Macri para espiar políticos propios y opositores y hasta su propia familia. Conociendo eso, hasta el PRO lo rechazo.

El jueves 22, la Movilidad Jubilatoria que incluía un aumento del 8 por ciento pendiente de enero infligió la tercera derrota con el apoyo del peronismo, radicales, federales y senadores del PRO.

No terminó ahí la crisis libertaria. Una reunión de LLA terminó a los gritos, con agresiones a la legisladora que denunció al riojano Martín Menem de organizar la visita a represores en la cárcel. Dicen que el propio Menem habría tenido el discurso verbal más violento. Otras situaciones como la falta de acuerdo entre libertarios y el PRO para llevar un solo candidato a la Bicameral, las nulas negociaciones para evitar que se apruebe el aumento a las jubilaciones y las críticas a un asesor sin cargo (ahora de vacaciones) defendido férreamente por Milei aumentaron tensión a la semana más negra del gobierno nacional.