
16/08/20
En la tarde gris del 23 de julio de 2020 me invadió la tristeza y la indignación viendo la etapa final de la demolición de la casa del ilustre escritor, poeta y profesor de nuestra Escuela Normal de Chilecito y de la Universidad Nacional de La Plata, Arturo Marasso, propiedad histórica ubicada en la esquina de las calles El Maestro y Castro y Bazán, una de las esquinas de nuestra plaza principal en Chilecito.
Vino entonces a mi mente el recuerdo de las agradables tertulias en la casa platense de María Lidia del Valle Marasso, hija de Eduardo, hermano de Arturo, ya fallecida, casada con mi colega Ingeniero Nestor Busso que ahora, con sus 95 años, sigue viviendo en la ciudad de La Plata rodeado del cariño de su numerosa y bella familia.
María Lidia referió en una oportunidad: “en 1911, cuando Marasso tenía 21 años, apareció su primer libro de poemas, “Bajo los Astros”. Un amigo del Dr. Joaquín Víctor González le hizo llegar esa obra al ilustre nonogasteño fundador de la Universidad Nacional de La Plata y éste invitó a Marasso a que lo visitara. Tanto por sus conocimientos cuanto por su modestia, Marasso sorprendió a González, quién decidió nombrarlo profesor de Literatura Española en la Facultad de Humanidades de la universidad platense”.
Y detrás de esos recuerdos, de mi tristeza e indignación, se sumó mi impotencia por no haber sido capaz de evitar la violenta demolición y por no haber sensibilizado - además de haber puesto en conocimiento del intendente el robo de las placas colocadas en la casa de Marasso, el pasado 2 de mayo - a las autoridades locales y provinciales para que protegieran nuestro patrimonio cultural e histórico.
Y me preguntan: “¿Y ahora?. ¡Ya demolieron!”
¿Y ahora? Ahora la reacción de la comunidad toda fue el despertar de un largo sueño de indiferencia.
● El Prof. Víctor Hugo Robledo, ex Secretario de Cultura de nuestra provincia, escribió el texto “La ceguera le ganó a La Mirada de don Arturo Marasso” que comienza así: “La Cantata Riojana, cuya letra de Héctor David Gatica evoca en su “Vidalita a los creadores”, “La Mirada en el tiempo se le va a don Arturo Marasso por los cerros colorados”, celebrando un bello homenaje poético a este destacado autor, escritor y poeta chileciteño, admirado por su obra literaria y discípulo nada más y nada menos que de Joaquín Víctor. González y reconocido por Julio Cortázar, cuando orgullosamente decía: “Yo fui alumno de don Arturo Marasso.”
“Hoy este hombre destacado de la literatura nacional y riojana, ha sufrido la afrenta más terrible que puede sobrellevar alguien que ha dado todo por su tierra y ha dejado huellas de amor para seguir: el olvido y la indiferencia”. Su casa ha sido salvajemente demolida por inescrupulosos, seguramente propietarios de un hermoso emprendimiento inmobiliario, ante la apatía de la comunidad y las autoridades municipales y provinciales, muchos seguramente ignorando quién fue este hombre cuyo nombre está en la denominación de algunas calles o plazas de Chilecito y otros sitios de nuestra provincia y quizás del país. ...”
El texto concluye así: “Espero que la comunidad tome conciencia de una vez por todas que los hombres que trascienden por su obra, son los que perduran, y esos son los importantes.”
“Vaya mi sentido homenaje a este hombre que nos hace enorgullecer a quienes amamos a nuestra tierra. Perdón Don Arturo, “No saben lo que hacen”.
● El arquitecto Arnaldo Vaca, estudioso del Cable Carril, con visión profesional y delicada sensibilidad, escribió: “CARTA ABIERTA A ARTURO MARASSO”
Buen dia Arturo. Es julio 27 del año 2020.
Irreverentemente, te tuteo. Y te cuento que estamos malviviendo, asolados por una peste jodida que nos tiene asustados.
Imagino que ya sabés que demolieron la casa donde viviste, en Chilecito. Y de eso quería hablarte.
Vos sabés, Arturo, que esa casa era una casa vieja más, como tantas en Chilecito. Claro que con la mejor ubicación, es cierto.
Sin embargo, porque vos viviste ahí, ese lugar está cargado de un gran significado para los chileciteños y riojanos y para todos los que conocemos y admiramos tu obra.
Algunas voces, algunas, se han alzado criticando a los que permitieron esa demolición. Y sobre esto quiero darte mi punto de vista.
Arturo vos sabés que Argentina es, todavía, un país capitalista. Y que por ello existe acá, todavía, la propiedad privada. Y que la tierra es sujeto de libre comercialización en el marco de leyes y ordenanzas que regulan estas transacciones.
Y justamente Arturo, a tu casa no la protegía ninguna ley ni ordenanza ni nada. Y por eso siguió el destino de los inmuebles viejos y mejor ubicados en Chilecito y todas las ciudades que crecen.
Dejar paso a construcciones que renuevan los centros urbanos y generan rentas y plusvalías, como sucede en un país capitalista como, todavía, es Argentina.
Entonces Arturo, me parece que el problema es otro.
Yo celebro que haya empresarios que inviertan en Chilecito, ciudad tan necesitada de trabajo. Pero lamento que esta ciudad no tenga un cuerpo normativo que regule su crecimiento urbano futuro para que sus valores urbanísticos tradicionales se mantengan con buena y nueva arquitectura. Porque tu casa, Arturo, con sus formas y materiales, mostraba lo esencial del paisaje chileciteño. En su altura, sus muros macizos, las relaciones entre llenos y vacíos de la fachada, el tratamiento de la esquina, el ancho de la vereda, la calidad ambiental de sus espacios interiores. Esas lecciones de arquitectura vernácula que tu casa, como tantas otras en Chilecito nos han dejado aunque ya no existan físicamente, son las que deben orientarnos para proyectar un crecimiento urbano –ineludible- afianzado en estos patrones ancestrales tan sustentables.
Ese era el valor material de tu casa Arturo. Espero que el colega que proyecte el nuevo edificio ahí mismo tenga en cuenta estas lecciones de la arquitectura popular riojana para hacer algo que ennoblezca nuestros modos de vida.
Pero claro, queda el otro tema. Tu esencia está también en ese sitio.
Sabemos que el “genius loci”, o “espíritu del lugar”, vincula sitios con sucesos. Y en esa esquina sucedieron momentos de tu vida que la hacen realmente importante para quienes te conocemos.
Pero Arturo, ¿realmente te conocemos?
Sospecho que se habla muy poco de vos en las escuelas. Y que muchos docentes, y quizás funcionarios, tampoco tienen un registro de tu obra y tu legado. Y me parece que eso es lo verdaderamente grave. Porque la juventud chileciteña y riojana seguro que sabe poco de vos, y por lo tanto tu nombre no le generó nada frente a esta situación. Casi nadie en Chilecito sabe quien sos, que vivís en esa esquina, que tu obra te hace un tipo interesante. Y escribo en tiempo presente porque en casos como el tuyo muerte no es igual a pasado.
Entonces, ¿cómo viene la mano?
Mirá, me parece que al final estuvo bueno que demolieran tu casa porque ahora si se empieza a hablar de vos. Y mucha gente en Chilecito pregunta quien sos, que hiciste, como es eso de mirar en el tiempo, por qué tanto revuelo por una casa vieja. Y eso es lo lindo de todo esto porque es lo que vos te merecés.
Y ahora que mucha mas gente habla de vos, Arturo, espero que entre todos te hagamos por fin el homenaje que te mereces. Que seguro –para mi- no pasa por mantener en pie la que fue tu casa aislada de un contexto que la banaliza, sino por empezar a hablar mucho de vos, leer tus libros, conocer tu historia, buscar a tus descendientes para que nos cuenten qué recuerdos tienen de tu vida en la tierra, averiguar quiénes fueron tus amigos, saber qué cosas te gustaban, cómo era tu familia, en fin, cosas que nos acerquen a tu verdadera esencia, esa que es inmaterial y trasciende el tiempo y los lugares.
Chilecito necesita una modernización en su legislación urbanística para proteger, más que obras aisladas, su paisaje urbano tan singular y único al que tu casa enaltecía sin dudas. Pero de nada sirve proteger edificios puntuales si el conjunto se deteriora por malas intervenciones y abandono de valores ambientales materializados a lo largo de tantos años por gente conocedora de su contexto.
En el paisaje, traducido como “país de los paisanos”, está tu obra Arturo. Y eso es lo que tenemos que preservar ante el avance de una ciudad anómica y sin rostro.
Te mando un abrazo y te deseo buena vida, donde quiera que sea.” ARNALDO VACA
● EL 28 DE JULIO DE 2020 SE APROBÓ EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE CHILECITO EL SIGUIENTE PROYECTO DE PEDIDO DE INFORMES: “El Concejo Deliberante del Departamento Chilecito, solicita al Departamento Ejecutivo Municipal que por intermedio de la Dirección de Patrimonio y Preservación perteneciente a la Secretaría de Cultura informe sobre el cumplimiento de las diferentes Declaraciones referentes a la conservación del PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO, HISTÓRICO Y CULTURAL de nuestro Departamento. Asimismo, dé a conocer la nómina de los bienes que conforman lo declarado, ya sea por el Ejecutivo Municipal como por este cuerpo deliberativo perteneciente al PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO, HISTÓRICO Y CULTURAL. Proyecto de pedido de informes presentado por el Bloque de Concejales “Juntos por La Rioja”, Oliva Martínez, Ana Florencia; Padilla, Romina Elizabeth; Díaz, Verónica Noemí; Brizuela, Nicolás Leandro.
● Es imprescindible que los organismos del gobierno municipal, provincial y nacional que tienen a su cargo el dictado de Ordenanzas y Leyes para la preservación del Patrimonio Arquitectónico, Paleontológico, Histórico y Cultural de nuestro departamento, de nuestra provincia y de nuestro país cubran el vacío legal existente – como quedó evidenciado con la demolición de la Casa de Arturo Marasso – y que los organismos de control y fiscalización cumplan eficientemente con su cometido. Ello para evitar que, por ejemplo, la casa donde vivió el aviador Vicente Almandos Almonacid en la calle Santa Rita al 900 de Chilecito, la casa donde vivió el General Francisco Ortíz de Ocampo en San Miguel, la casa de Felipe Varela en Guandacol, etc., tengan el mismo destino que la de Marasso.