
El presidente Vladimir Putin firmó este lunes una ley para retirar a Rusia de la Convención Europea para la Prevención de la Tortura.
Esta decisión se da en el marco de un contexto en el que Moscú se desvincula de los organismos occidentales de los que fue expulsado o abandonó tras su ofensiva en Ucrania.
Rusia fue expulsada en marzo de 2022 del Consejo de Europa, un organismo internacional que supervisa los derechos humanos, pero técnicamente había permanecido como parte de su Convenio Europeo para la Prevención de la Tortura.
Tras la aprobación de Putin, Rusia ya no estará obligada a permitir el acceso de inspectores internacionales a su sistema penitenciario, inspecciones que, en realidad, dejaron de tener lugar desde 2022.
Las notas explicativas de la ley, que fue aprobada anteriormente por el parlamento ruso, acusan al Consejo de Europa de "discriminación" por negarse a nombrar un representante ruso en los órganos estatutarios.
El mes pasado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que retirarse del convenio no "perjudicaría" a los ciudadanos rusos y que Rusia "sigue comprometida con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos".