
Se trata de 34 personas con trabajo no registrado y que fueron reincorporadas por la firma nuevamente tras ser despedidos en el 2024. Lorena del Valle, vocera de los trabajadores de Textilcom describió el duro momento e incertidumbre que atraviesan. Piden que intervenga la Secretaría de Trabajo.
En contacto con Medios El Independiente, Lorena relató “nosotros somos ex trabajadores de Textilcom, habíamos tenido problemas con esta fábrica el 2024, que nos despidieron de un día para el otro. Fuimos a un convenio, supuestamente nos iban a pagar en cuotas, la indemnización y los dos meses que nos quedaron debiendo. Pusimos abogados. Se dejó de cumplir ese convenio. Nos deben 6 cuotas. Nos vuelven a llamar para trabajar. Ingenuos, un grupo volvió. Unos chicos trabajan desde diciembre, otros en enero. Apostamos porque necesitábamos el trabajo, tenemos familias, vimos una luz y entramos. El motivo ahora es que no nos pagan”.
Añadió que la misma firma Textilcom que los despidió en el 2024, fue la que los reincorpora a la planta instalada en el Parque Industrial local. “Supuestamente habían cambiado la razón social. Nos iban a inscribir en otra empresa, estamos en negro, no estamos inscriptos en ningún lado. Somos 34 personas. Hoy renunciaron un montón, no sé cuantos quedamos en total”.
Lorena indicó que “en mi caso, y los otros chicos que cumplimos horario, no nos fuimos, solo que no estamos trabajando. Los otros chicos se fueron porque no daban más. En enero nos pagaron bien, en dos cuotas. Entramos con eso, que nos iban a pagar en cuotas. Trabajamos febrero, y el viernes a algunos les dieron 100 mil pesos de sueldo. Se adeuda el mes completo. Nunca supimos cuánto íbamos a cobrar. Primero íbamos a cobrar 610 mil, ayer nos dicen que era 550, y después cuando recibimos 175 mil pesos del mes trabajado dijeron que nos iban a pagar en tres cuotas”.
Describió que trabajan 9 horas y que no cuentan con agua potable en el lugar de operación laboral. “Estamos pidiendo que se acerquen (Secretaría de Trabajo), ya avisamos ayer y que vean lo que estamos viviendo. Estamos trabajando en negro. Nos dicen que sigamos cosiendo para que la semana que viene reciban otro “pucho. Necesitamos que nos den una mano”.