Se acerca uno de los días más importantes y reflexivos del año, la Navidad, el día en el que celebramos que ha nacido el Hijo de Dios, que se ha hecho hombre para salvarnos. Esta fiesta fue instituida por la Iglesia en el siglo IV y es originaria de la Iglesia latina y más propiamente de la Sede Apostólica de Roma.
La Navidad que se festeja cada 25 de diciembre, es un regalo de amor que Dios le otorga a la humanidad. Nos enseña el significado de algunas palabras que se guardan en el corazón y en el alma, como humildad, obediencia, generosidad, salvación y amor
Es una parte del año que marca un momento propicio para hacernos algunas preguntas claves y cambiar todo aquello que nos aleja de lo verdaderamente importante.
Se dice que el Adviento es la mejor época del año ya que indica que en pocos días llega la Navidad y los buenos recuerdos también florecen como la etapa de la infancia con las tradiciones que algunas de ellas todavía se aplican y que hace tanto bien a la humanidad, sin embargo, la tristeza y añoranza también se hacen presentes trasmutadas por la fe y esperanza.
También es un tiempo ventajoso para la comercialización y el consumismo en todas sus variedades como indumentaria, juguetería, comida, regalería entre otras y es ahí, donde debemos darnos cuenta del verdadero sentido de la Navidad y el mensaje que se quiere transmitir a los suyos.
La Navidad se vive con júbilo, paz y reconciliación con todos. Abrázala, compártela, sé fiel a las enseñanzas de Dios donde La respuesta siempre estuvo en la Biblia (Lucas 2-11).