Así lo sostuvo Kevin Nielsen, comisionado Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, tras visitar esta semana La Rioja. Indicó que en el informe elaborado en 2022 se habían detectado varias situaciones y ahora volvieron para verificar si se realizaron esas mejoras sugeridas para garantizar condiciones de habitabilidad de personas privadas de la libertad.

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Cabe mencionar que, Nielsen, desde el lunes está en la provincia participando de distintas actividades y verificando las distintas condiciones de las comisarías y unidades penitenciarias, y también se reunió con distintos funcionarios de áreas correspondientes.

Sobre cuál es la realidad de las instalaciones, Nielsen indicó “desde el lunes hasta ayer hemos realizado una visita a la provincia de La Rioja, donde realizamos un seguimiento de las recomendaciones realizadas en agosto de 2022 por el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura cuando visitó la provincia, donde visitó la unidad penal y las dos alcaidía tanto de Capital como la de Chilecito, y también comisarías y el dispositivo de salud mental, donde hemos emitido un informe con recomendaciones que tiene carácter público”.

En esta oportunidad, “hemos corroborado si se han cumplido o no dichas recomendaciones  además de relevar las condiciones de habitabilidad y condiciones de vida para el trato de las personas que se encuentran privadas de su libertad”.

Sostuvo que “la provincia de La Rioja no escapa a una realidad que es Nacional, que tiene que ver con la situación de superpoblación  en espacios de privación de libertad, el alojamiento por sobre el cupo ideal que deberían tener estos lugares, y el cupo oficial alojando a más personas. Y no se han ido construyendo  unidades de alojamiento por lo cual ha generado esta superpoblación”.

Indicó que si bien La Rioja no tiene la misma situación crítica que tienen otras provincias en dependencias policiales, donde están colapsadas sus cárceles; La Rioja tiene una situación que no es tan crítica, pero hay superpoblación cercano a nivel de hacinamiento en la unidad penal y las dos alcaidía, y esto genera problemas como atención médica, derechos básicos como cupos educativos, y lo que más nos preocupa son las condiciones habitacionales, donde la unidad penal de capital es muy antigua y está muy deteriorada y las condiciones no son aptas para la privación de la libertad, hay problema con la circulación de aire y acceso de la luz, tanto natural como artificial, sumado a la higiene del lugar y personal, también hemos detectado un trato a familiares que visitan a las personas presas, sumado a la alimentación”, precisó.  

 

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