Con motivo de un nuevo aniversario de la guerra de Malvinas, Radio Independiente 99.11 se puso en contacto con los excombatientes de Malvinas, Juan José Dalbano, Renzo Ormeño y simultáneamente desde España con el capitán Horacio Vicain; quienes en un diálogo sin precedentes compartieron con el medio y con la audiencia su invaluable experiencia.
Al conmemorarse este 2 de abril, un aniversario más de la guerra de las Malvinas o conflicto del Atlántico sur; día en el que los argentinos rendimos homenaje a las veteranas, los veteranos y a los caídos en la guerra de Malvinas, los excombatientes contaron en primera persona cada una de sus experiencias.
En primer lugar, Dalbano relató su participación en la operación Rosario. “A nosotros nos tocaba hacer el servicio militar obligatorio, en el año 1981 fuimos sorteados y en enero del año 1982 nos presentamos en el distrito militar La Rioja. La clase 61, 62, y clase 63 fuimos incorporados en el distrito militar, de acá fuimos llevados a Córdoba en el servicio de transporte El Cóndor, luego de Córdoba en tren a Rosario, de Rosario a Buenos Aires y de allí a la Base Aeronaval Punta Indio en La Plata.
Una vez ahí, antes que nos informen los destinos, nos dieron la orden de sacar los Aermacchi MC339, que son los aviones nuevos, porque el Turbo Mentor y los Aermacchi MB-329 eran obsoletos. Entonces nos dieron la orden de sacarlos, armarlos y pintarlos y llevarlos a Malvinas”.
En ese aspecto, explicó que entre los años 81 y 82 vinieron 10 aviones, cuyos colores originales eran blanco y naranja. Por lo que la tarea encomendada era quitarles la pintura y pintarlos con los colores de combate y ponerles las ametralladoras y el lanzacohetes.
Según explicó el veterano de guerra, en cuanto se finalizó la tarea, les salió el pase al Comando de la Fuerza de Submarino. “Una vez instalados ahí vino el Rompehielos Almirante Irizar, donde venía el biólogo marino y reconocido científico, Jacques Cousteau”, de quien expresó que fue una gran sorpresa verlo.
Siguiendo con su relato, Dalbano recordó que también estaban los submarinos San Luis, Santiago del Estero y el Salta. y que al Santiago del Estero en el año 1981 se le había dado de baja. “Lo que hacíamos era abastecer a los submarinos con el camión de YPF, además de los torpedos y los víveres. Todo esto lo hacíamos de noche”.
A lo que sumó “nosotros no sabíamos lo que hacíamos, como era una operación secreta, no nos decían lo que estábamos haciendo. Tan es así que una vez nos reunieron frente de la escuela de los buzos tácticos y nos informaron que habíamos tomado Malvinas, nosotros con 18 años no teníamos ni idea de lo que significaba”.
En ese contexto, el excombatiente refirió que durante otra reunión se les comunicó que había muerto el primer oficial en servicio en combate, el capitán Guiachino. “Recién ahí tomamos conciencia de que estábamos en guerra”.
Por su parte, el capitán Horacio Vicain quien circunstancialmente se encuentra en España visitando a su familia, expuso que en ese momento se enfrentaron a la segunda potencia naval de occidente, apoyados por las primeras. Y resaltó que para ellos fue una gran sorpresa la intervención de Argentina “ellos ni se imaginaron tener los daños que tuvieron”.
Ratificando lo dicho por Dalbano, Vicain sostuvo que la operación era en secreto “yo me entere el 24 de marzo del 82 porque el comandante de la Fuerza Submarino me llamo por teléfono cifrado de aquel entonces para decirme que alistara el submarino. De mi tripulación el único que sabía que íbamos a ir a Malvinas era yo, era una operación, era bastante en secreto”, remarcó. A lo que añadió, que la operación Malvinas se venía gestando discretamente desde setiembre del año 1981, fue hecha en el máximo de los secretos.
Vicain que en ese momento con 38 años era capitán de Corbeta al comando del Submarino Santa Fe. “El viejo submarino Santa Fe, submarino de la Segunda Guerra Mundial del año 1944, donde tuvo poca participación, pero sí la tuvo en la guerra de Corea en los años 50. Y ya estaba por dejar de prestar su vida útil porque tenía demasiadas fallas que hacían a la seguridad”. Ya que tenía ciertas deformaciones que limitaban las profundidades de inmersión.
En la misma línea, el capitán destacó como una de las funciones principales del submarino, el transporte de tropas “logística y transporte de tropas fue lo que nos tocó realizar en Malvinas”.
En consecuencia, indicó que la primera misión fue el transporte de los buzos tácticos que tenían que marcar la plaza de desembarco “lo deben haber visto en películas que bajan las lanchas de desembarco, previo a eso bajan los buzos tácticos para verificar el estado de la playa y después con luces dirigidas indican a las lanchas los lugares donde tienen que desembarcar”.
Asimismo, el capitán relató una segunda parte de su misión en la guerra, que fue cuando volvieron a Mar del Plata y el 16 de abril zarparon con rumbo a Georgias llevando 20 hombres de refuerzo y 10 toneladas de carga aproximadamente, (misiles anti helicópteros, armamento equipos de radio, alimentos, etc.).
Puntualizando el momento del primer ataque, Vicain señaló que el ataque británico al submarino Santa Fe el 26 de abril en las islas Georgias.
De la misma manera, y en otro tramo de la entrevista, se sumó al interesante dialogó el presidente de la Asociación de Veteranos de Malvinas, Renzo Ormeño, quien fue soldado de la Fuerza Aérea Argentina de la Base Chamical, “donde en aquel momento se tuvo prisionero al piloto inglés desde el 21 de mayo hasta el 6 de julio del año 1982".
Durante el intercambio discursivo, Ormeño aludió los desplazamientos en la provincia de Mendoza, hacia la frontera con Chile, “porque supuestamente Chile era una amenaza para la Argentina. También tuvimos compañeros movilizados a las fronteras del sur”.
Continuando con la narración, Vicain comentó que años antes de la guerra de Malvinas estuvo destinado en una misión en Inglaterra, lo que le permitió tener contacto con los ingleses y además leyendo un poco la historia, consideró que los ingleses no se iban a dejar llevar por delante por Argentina.
Mientras contó que tenían una limitación impuesta por el Comité Militar “que era que solo podíamos emplear las armas como autodefensa”, no obstante, recordó que en un momento se levantó esa restricción, pese a que no se logró recibir el mensaje a tiempo.
Para detallar el momento en el que el submarino tenía que desembarcar, recordó que lo hicieron cerca de las doce de la noche, donde había que bajar a los infantes y refuerzos y material. “Ahí decidí no entrar porque la mitad de la caleta tenía piedras”.
Para ilustrar y modo de anécdota, el capitán contó que “como necesitábamos un plan de comunicación de nosotros con la gente que estaba en tierra, nos habían dicho que iba a ser remitido oportunamente, y todavía no llegó”, sostuvo poniéndole una cuota de humor a la tragedia.
Para cerrar, tan fructífera conversación, el excombatiente agradeció a quienes aún ponen interés en lo vivido durante la guerra de Malvinas, terminando con un “viva la patria” al que orgullosamente se sumó Dalbano.