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La mayoría de alumnos del 5º año se reúnen esta noche previo al UPD

El último primer día, o mejor conocido como sus siglas UPD, es un festejo que realizan -como se sabe- la mayoría de los estudiantes adolescentes en alusión a su último primer día en la secundaria. Originario de Argentina, fue expandido también a otros países de la región, como Uruguay, Paraguay y Bolivia.



La Rioja vivirá mañana un nuevo inicio de las clases y días previos se vino hablando del famoso UPD, donde no faltan los gritos, el baile, los disfraces, pinturas, banderines, maquillaje, que en algunos casos los festejos se descontrolan, a tal punto que algunos establecimientos escolares debieron tomar drásticas medidas por el estado en que llegaban algunos alumnos.

Ejemplos hay muchos

Justamente, los problemas surgieron a partir del consumo excesivo de bebidas alcohólicas entre los adolescentes que formaban parte de esos encuentros, muchos de los cuales llegaban a la escuela en el primer día de clases en un estado lamentable. Claro es, los chicos pasan toda la noche haciendo vela, donde se aprovecha para beber y divertirse al por mayor para festejar ese último año de secundaria. Vale la pregunta, ¿esto lo saben los padres? o lo permiten.

La cita –por lo general– se hace a través de las redes sociales y el punto de encuentro es un domicilio, que en la mayoría de los casos es la casa de algunos de los padres, o bien alquilan un local, o quincho. Allí prolongan la noche hasta las primeras horas de la mañana hasta la hora del ingreso escolar. Surge otra pregunta ¿Quién controla a estos adolescentes?.

Toda esta movida anual generó reacciones de parte de los propios padres cuando advertían que algunos de sus hijos habían concurrido a la escuela con unas copas de más. Algo incomprensible, ya que en apariencia no había ningún tipo de control por parte de mayores. ¿Conocen dónde se reúnen sus hijos?

Esta preocupante situación obligó a muchos colegios organizar reuniones con los padres de los alumnos del último año, justamente para plantear un trabajo conjunto a fin de contener el consumo de bebidas alcohólicas durante esa previa. Esa era la cuestión, el alcohol.

Es loable la preocupación de las autoridades del Ministerio de Educación de la provincia de promover actividades escolares con la tutela de cada establecimiento. El año pasado se había convocado a una conferencia de prensa para dar a conocer como se debía trabajar en el UPD.

Hay que recordar que estas reuniones congrega a la mayoría de adolescentes que no superan los 16 o 17 años. Se sabe y más quienes legislan que está prohibida la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad. Entonces, otra pregunta: ¿Cómo consiguen el beberaje?, o “alguien” les facilita las bebidas.

Esto del UPD es una cuestión que inquieta y preocupa a los padres, docentes y directivos de escuelas, que no saben qué hacer para controlar este tipo de manifestaciones. Este rito que, lejos de alegrar, parece que se ha convertido en un problema debido al consumo excesivo de alcohol y algo más.

Hay posiciones encontradas, hay quienes no aceptan este tipo de manifestaciones y que debería desterrarse y así se evitarán problemas tanto entre los padres como entre los docentes y directivos.