La secretaria General de CTA, Beatriz Martínez, en contacto con Medios El Independiente, a días de cumplirse 30 años del Riojanazo, recordó la fecha, la lucha de los trabajadores y el momento que marcó historia en la Provincia.
Martínez durante la entrevista precisó este viernes “es un hecho importante que quizás haya una franja importante también de riojanos que no lo conocen en profundidad, que hayan escuchado pero que no hayan investigado o sido instruido dentro de las escuelas. Eso también forma parte de la historia de La Rioja y no sabemos si dentro de los colegios secundarios o instituciones educativas fue desarrollado convenientemente. Es cierto que pasaron 30 años de ese hecho. Muchos de los compañeros de la educación ya no están frente a las aulas y hay un número importante de aquellos líderes de esa resistencia que no están entre nosotros”.
Asimismo, la gremialista sostuvo que es un momento “importante para hablar del Riojanazo. Fue la reacción social, la resistencia en las calles a una medida de ajuste feroz implementado por el gobierno de Carlos Menem y su ministro de Economía Domingo Cavallo. Nombres que hoy estamos trayéndolos de nuevo. Creíamos que eso había pasado y estamos hablando de un ajuste a la clase trabajadora de pérdidas de derechos. Y de eso de trataba la Ley Ómnibus, se sanciona en la Legislatura de La Rioja en un feriado nacional, noche de diciembre y que provoca la reacción de la gente”.
Martínez manifestó que ese 9 de diciembre, “se dio la reacción en las calles como el impacto inmediato a salir a defender nuestros derechos. Defendamos lo conquistado, nos costó mucho. Y reflexionar sobre esto a esta altura suma para la gente. Es importante tenerlo en cuenta. El 9 de diciembre del 93 fue el inicio de la rebelión”.
Un poco de historia
Un jueves 9 de diciembre de 1993 alrededor de 3.000 personas se concentraron en la plaza 25 de Mayo, de esta ciudad capital, para repudiar tajantemente la sancionada “ley ómnibus”N° 5.923, que estipulaba ajustes en los tres poderes del Estado e implicaba preformas: previsional, laboral e impositiva.
Aquel día miles de manifestantes resistieron una fuerte represión policial (con bastonazos, gases lacrimógenos y balas de goma) que no les impidió ingresar a Casa de Gobierno y hasta quemar la puerta principal. Para llevar este cometido los trabajadores rompieron un cordón policial y adueñándose del frente del edifico gubernamental también incendiaron una camioneta.
La situación se había tornado tan caótica que el gobernador de aquel entonces, Bernabé Arnaudo, escapó del edificio sin dar declaraciones.
La protesta de los trabajadores se prolongó por varias semanas y fue acompañada por los principales gremios de la provincia y algunos sectores políticos que se embanderaron bajo una Multisectorial.
Fueron tan significativas y multitudinarias las marchas que el gobierno de Arnaudo decidió derogar la “ley ómnibus” que había sido sancionada un 8 de diciembre de 1993, y pretendía cesantías para alrededor de 10.000 empleados de la administración pública central.