No es solo “platita en el bolsillo” sino una mejor distribución de la riqueza acumulada por algunos sectores económicos de Argentina con el aporte y el esfuerzo de todos los trabajadores y de la sociedad que, en mucho o poco, consume lo que producen grandes corporaciones de alimentos, indumentaria, financieras, tecnología, industria, etc..

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para las familias argentinas puesto en marcha por el Gobierno nacional al que adhirió plenamente el gobernador Ricardo Quintela beneficiando a todos los sectores de la sociedad riojana, tuvo por objetivo compensar el impacto de la devaluación del peso tras las PASO y en respuesta a las exigencias del FMI en el marco del pago del préstamo al gobierno anterior.

Los aumentos para el empleo privado encontraron la oposición del sector empresario más poderoso económicamente, a quienes el presidente Alberto Fernández fustigó porque “se llenaron (los bolsillos) de plata en los dos últimos años”, se quejan y se niegan a compartir ganancias con sus trabajadores.

Se evidencia así, una vez más la dura lucha entre modelos políticos y económicos que priorizan sus intereses en detrimento de los intereses de los trabajadores y de los sectores sociales más vulnerables.

En La Rioja

Dos semanas después de la grave derrota electoral que sufrió el peronismo riojano a manos del libertario Milei, el gobernador Ricardo Quintela que venía gestionando con la inercia pos PASO, salió a afrontar la situación y con la premisa solidaria que lo caracteriza anunció medidas de alivio ante la delicada situación financiera y económica que vive el país. Amplió las medidas dispuestas por el ministro de Economía y candidato a presidente Sergio Massa para trabajadores, jóvenes, jubilados, actividades económicas y sectores de la economía social.

Quintela comunicó las medidas a través de casi una decena de videos con datos sobre aumentos salariales para todas las áreas, más fondos para programas alimentarios, créditos para comercios, emprendedores y PyMES, aumento de montos para combustible de taxis y remises; un acuerdo de precios y activación de la Tarjeta Joven para incentivar el consumo.

Los videos del Gobernador tuvieron el formato del discurso tradicional, misma postura, mismo lenguaje, mismos gestos, salvo la brevedad y la difusión simultánea por las redes sociales, un espacio de disputa electoral que requiere algo más que nuevos formatos pues donde tiene que estar el verdadero cambio es en el mensaje. Un mensaje diferente -no solo descontracturado- para llegar a tantos miles de jóvenes y adolescentes que no ven a las políticas públicas como suficientes para colmar sus expectativas de vida.

El quintelismo fue de los primeros en advertir que los medios hegemónicos generaban desesperanza y un clima destituyente. Esa visión junto con las ideas de Cristina Kirchner sobre la “insatisfacción democrática” debería ser la base para determinar cómo explicar que las políticas públicas son hasta ahora la única manera de enfrentar al libre mercado y la concentración de la riqueza en pocos como responsables de la restricción a derechos sociales y económicos. Y que la “casta política”, a la que denostan fue la única en salir a paliar la crisis.

Más que igualdad

La equidad como concepto más amplio que la igualdad es lo que aplicó Quintela al momento de distribuir fondos y ayudas para gran parte de la sociedad. No se trata solo de repartir por partes iguales, también es promover la justicia social de manera que el reparto de bienes o servicios sea según las necesidades de cada persona, familia o grupo económico.

Un análisis de los sucesivos aumentos salariales en el último año muestra cómo las categorías más bajas fueron las más beneficiadas, incluso superando la inflación anual entre agosto del año pasado y agosto de este año. El resto de las categorías tuvieron proporcionalmente el mismo trato a la vez que se atendieron todos los sectores sociales, priorizando los más vulnerables y otros no tanto el acuerdo de último momento que debería incorporarse a la batería de medidas. No hubo video, pero si el anuncio con las escuelas privadas para que a cambio de congelar las cuotas hasta fin de año reciban ayuda del Estado, a la par de la promoción de un marco legal para la regulación en los aumentos de cuotas promovida por la diputada Griselda Herrera.

Concepto denigrante

Sectores económicos poderosos de la Argentina, aquellos que tienen poder y saben cómo utilizarlo para presionar a los gobiernos de turno, más la oposición política y ciertos sectores de la prensa utilizaron en forma degradante el concepto de “platita en el bolsillo” para denostar el programa de asistencia a las familias. Usado como sinónimo de “compra de votos” y “conciencias” demuestran la escasa empatía con quienes padecen las consecuencias de políticas económicas de las que también son responsables.

Tener “platita en el bolsillo” no es “una dádiva generosa” ni una supuesta política para mantener “vagos”. Es, una mejor distribución de la riqueza; una riqueza que no es potestad de los dueños de los medios de producción, es decir de quienes son propietarios de establecimientos agropecuarios, mineros, industriales, comunicacionales, financieras, de transporte porque de la riqueza que se obtiene de esas actividades también es parte el resto de la sociedad, millones de trabajadores que aportan tiempo, esfuerzo y dedicación en cada jornada laboral y de otros tantos millones de consumidores que los comercializan o los compran.

Las ganancias o la rentabilidad de las empresas no puede ser un barril sin fondo, tiene que haber límites éticos que impidan que acumulen tanta riqueza que dejan al resto de la población sin recursos. El sector productivo y empresarial se apropia de los excedentes, en nombre de que son los dueños del capital y de los bienes y desconocen por completo el aporte de trabajadores y consumidores.

Se llenaron los bolsillos

El presidente Alberto Fernández puso en evidencia la descripción anterior en su reciente visita a Catamarca. Reclamó a los empresarios que paguen el bono de $60.000 a los trabajadores porque “¡No es un programa platita! Es el plan justicia, que los que más tienen mejor repartan" porque "se llenaron de plata en los dos últimos años que Argentina creció al 16 por ciento y en los años de pandemia. Ha llegado la hora de distribuir. Así que no se quejen cuando el Gobierno les dice que tienen que darle una suma a sus trabajadores", expresó. "Alguna vez piensen en la comunidad en la que viven y dejen de pensar en sus bolsillos, porque lo único que estamos haciendo con esto es un poco más de justicia, es distribuir más las ganancias de algunos", enfatizó el mandatario.

De paso, volvió a restregarle la riqueza que ostenta CABA, donde el jefe de gobierno y excandidato a presidente Horacio Rodríguez Larreta se niega a pagar el bono. Lo cuestionó porque "Catamarca y la Rioja puedan (pagarla) y la Ciudad más opulenta (por Buenos Aires) no”.

Y para ponerle nombre y números a la concentración de la riqueza, un informe de CEPA sostiene que, entre las cuatro empresas más grandes de Argentina, la facturación promedio en sus últimos ejercicios presentados en 2022, se ubica 18,5% arriba de los ejercicios anteriores, medida en dólares. Son las empresas a las que todos los días se les compra más de un producto: Ledesma (azúcar, papel, jugos, alcohol, bioetanol, cereales); Aluar (alumnio en lingotes, barrotes, bobinas y placas), Molinos Río de la Plata (pastas secas; tapas de empanadas y tartas; arroz; aceites, aderezos; Harinas) y Arcor (caramelos, galletas, chicles, turrones) a las que hay que sumar cementeras, siderúrgicas, mineras y electrónicas.

Desafíos

Ahí está el desafío de la dirigencia política a la que la sociedad le dio el rol de organizarla y gestionarla, cómo mostrar al electorado dos modelos económicos, uno dominado por sectores económicos que esperan a que el mercado distribuya equitativamente los recursos y otro modelo que, ante la avaricia del mercado, tiene que aplicar programas sociales que den respuesta a los que quedan afuera del mercado.

Habrá tiempo hasta las elecciones generales de octubre para que el electorado se pronuncie en favor de un modelo u otro, en tanto el gobernador Quintela comenzó a encarar la campaña para revertir el resultado del 13 de agosto. Sabe que otra derrota pondrá en jaque la disponibilidad de recursos no solo para afrontar el pago de este audaz programa de mejora de los ingresos de los más diversos sectores de la sociedad riojana sino como continuar con el proyecto de desarrollo de la provincia.

Anuncian consensos

En medio de las urgencias por la dura crisis financiera y económica que vive el país, aparece cuanto menos que auspicioso el anuncio de consensos alcanzados por el oficialismo y la oposición, al menos para que la Convención Constituyente comience a funcionar en dos semanas más.

Tras las fuertes acusaciones opositoras sobre intencionalidades o maniobras ocultas tendientes a permitir la reelección “in eternum” para Quintela o instalar la periodicidad en la Justicia para manipular jueces, habrá que ver como se expresan estos consensos al momento del debate.

No menos polémico será el tema sobre libertad de expresión. En un documento difundido días atrás por la convencional Mariana Nievas aseguró que la propuesta oficial es incorporar a la Constitución la diferencia entre libertad de pensamiento, libertad de expresión y libertad de prensa dado el contexto comunicacional y de conectividad actual porque “no es la Prensa el único responsable por lo que se difunde, sino que lo somos todos. Todos reproducimos información con alcances interjurisdiccionales, llegando en algunos casos a desinformar replicando noticias falsas o afectando la honra, la imagen, intimidad, patrimonio más “todo lo que vemos expuesto en el mundo digital” por personas, empresas, servicios o el propio Estado.

Memoria

Es necesario el ejercicio de la memoria para la construcción democrática de los pueblos. Argentina tiene mucho por memorizar y defender ante negacionistas y promotores de un relato desestabilizador. Hace un año que se atentó contra la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, en un hecho concluyente impulsado por mensajes de odio maquiavélicamente diagramados por mentes perversas que todavía la Justicia no pudo determinar o no quiso. Lo cierto es que la gravedad del hecho no condice con la acción de la corporación judicial, que ante otras situaciones accionó muy rápidamente o de oficio. El filósofo Lucio Anneo Séneca afirmó “nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía” y pareciera ser el caso de este hecho que convulsionó al mundo, minó las bases institucionales de la República y nos interpela como sociedad.

 

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