Como parte de una gira nacional y latinoamericana, la joven artista presentó "Alma", su más reciente disco lanzado en mayo pasado, un día después de cumplir 23 años en un concierto con fuerte impacto visual.
Un día después de su cumpleaños número 23, Nicki Nicole tuvo la noche de este sábado una soñada fiesta de celebración con el primero de la serie de cinco conciertos previstos en el Movistar Arena, como parte de una gira nacional y latinoamericana bajo la excusa de presentar "Alma", su más reciente disco lanzado en mayo pasado.
Se trató de un espectáculo con un fuerte impacto visual, en el que a nivel estilístico tuvo un predomino del trap, más allá de algunos matices que acercaron algunos otros géneros dentro de esa misma gama, y en la que no faltaron invitados virtuales y presenciales.
Entre los convidados que pisaron el escenario del reducto ubicado en el porteño de barrio de Villa Crespo estuvieron Emilia Mernes y Milo J, en tanto que en pantallas o a través de pistas desfilaron Rels B, Trueno, Duki, Tiago PZK, Wos, Young Miko, YSY A y Bad Gyal.
En ese contexto, la gran protagonista de la noche estableció un franco ida y vuelta con el público, a partir de explícitas manifestaciones mutuas de cariño, condescendientes frases y dedicatorias, y hasta el contacto físico cuando en un pasaje bajó del escenario para cantar literalmente abrazada con quienes estaban en las ubicaciones más cercanas.
Todo ello en una puesta en escena en la que el aspecto visual tuvo un lugar preponderante, al punto que todo lo relacionado con lo musical estuvo subordinado a esta propuesta.
En tal sentido, hubo sólo dos músicos, uno encargado de los teclados y otro de la guitarra, el bajo y pads de percusión, ubicados en los extremos del escenario como para dejar el espacio principal a la artista y al cuerpo de baile que la acompañó.
La fundamental apuesta musical apareció con la inclusión en algunas canciones de un cuarteto de cuerdas, que cumplió con el rol de romper los esquemas conocidos dentro de los llamados ritmos urbanos, asociados a las pistas electrónicas, y ofrecer un cruce con formatos ligados a lo clásico y analógico.
Así, además de la propia Nicki Nicole, las grandes estrellas de la noche fueron la pantalla triangular de fondo que disparaba visuales, las luces y los dispositivos repartidos en la parte delantera del escenario que escupían fuegos, humo o chispas, depende del momento.
Como sucedió en el show que la española Rosalía brindó en ese mismo lugar hace exactamente un año atrás, el otro actor fundamental del espectáculo fue el steadycam que siguió a la artista por todo el escenario, casi como otra parte más de la puesta.
En ese marco, la intérprete apostó a su carisma y su buena llegada con los fans para repasar gran parte del material de su nuevo disco, con algunas escalas en sus grandes éxitos y reconocidos covers.
Con el reducto colmado, alrededor de las 21.10, una introducción incidental anunció el inicio del show, que se puso definitivamente en marcha cuando, confundida en medio de un encapuchado cuerpo de baile, Nicki NIcole desgranó los primeros versos de "Tienes mi alma", con la primera intervención del mencionado cuarteto de cuerdas.
En ese mismo clima enigmático dado por las capuchas, se fueron sucediendo "Se va 1 llegan 2", su colaboración con Bizarrap "Cuando te veo", "Colocao" y "Mala vida".
"Qué locura estar acá, en este Movistar Arena, con toda mi gente de Argentina", saludó ya despojada de la capucha, para luego expresar: "Los amo con todo mi corazón. No hay mejor cumpleaños que este".
En una postura más distendida, la artista se fue moviendo entre el trap más duro, el reguetón y alguna pizca de rap, a partir de un bloque de canciones conformadas por "8 AM", "Llámame", "Entre nosotros" con Tiago PZK en las pantallas, y "No voy a llorar", con su impronta más cercana al pop.
A nivel lírico, la propuesta se movió entre los extremos expresados en "Llámame" con el verso que reza "tú lo que me pidas, yo te lo daré", al empoderamiento emocional de "No voy a llorar".
"Enamórate", con Bad Gyal de manera virtual, devolvió el clima trapero y "Otra noche" trajo un poco de cumbia, momento en que se produjo el mencionado acercamiento físico entre la cantante y el público.
Con "Mamichula" y Trueno desde las pantallas sonó uno de los hits más coreados de la noche y el breve intervalo ofrecido con "Ya no" preparó el terreno para un pasaje más intimista. Sucedió con "Plegarias" y "Años luz", que inició con un audio de un coro spiritual, continuó con un piano en un plan más blusero acompañado por las cuerdas y derivó en una guitarra acústica en un rol central.
El cover de "Nota", de Eladio Carrión, se movió en un terreno más soul y la continuación con "Tuyo" inclinó el plano sonoro a mitad de camino entre el bolero y la bachata.
No obstante, todos estos matices estilísticos estuvieron marcados estrictamente desde lo instrumental, debido a que las interpretaciones vocales de Nicki Nicole no presentaron mayores variantes y se mantuvieron en un mismo plano.
El tramo final fue decididamente trapero a partir del tándem "Ella no es tuya" y "No toques mis naik", y "Marisola" con Cris MJ en las pantallas.
Los invitados presenciales a la gran fiesta de cumpleaños llegaron con Emilia Mernes para compartir "Intoxicao" y Milo J, quien sumó rap a "Dispara". Rels B también fue parte, pero desde las pantallas, para "¿Qué le pasa conmigo?
La voz en off de Wos, en cambio, postuló una pieza bailable más cercana a la música dance, en "Cambiando la piel"; mientras que Duki devolvió el trap más acérrimo, también de manera virtual, en "Ya me fui".
"Gracias por esta noche tan especial y por regalarme uno de los mejores cumpleaños del mundo", dijo emocionada Nicki Nicole, poco después de la hora y media de inicio del show, entre su gran hit "Wapo Traketero" y el cierre final con "Caen las estrellas". Por supuesto que no faltaron en varias ocasiones los cantos de feliz cumpleaños que provinieron del público.
Fuente: Télam