
La estrella pop del momento transita su tour por Europa en donde se consagró como la primera artista latina en llenar tres Movistar Arena de Madrid y, por tanto, señaló que es una en un millón, en una de las revistas más importantes de Europa.
Enfundada entre un blazer en crepé negro de Versace, un vestido blanco de Jean Paul Gaultier de micro tul y otros looks, la nogoyence posó para Elle España donde la definieron como “un combinado perfecto de energía, dulzura, sensualidad y buena vibra”.
La artista señaló que “Me costó mucho sacrificio, disciplina y exigencia todo lo que tengo ahora. Así que no me permito quejarme. Sé que soy una entre un millón, y me lo repito cada día”.
Aunque en la otra punta del mapa, Emilia se retrajo a su ciudad natal y se explayó sobre el comercio de su tío con gran ternura: “¡Panadería El Boulevard! Es famosa. Va gente de todo el mundo a hacerse fotos. Tienen colgados mis discos de platino y los premios que me han dado. Todas las harinas de esa panadería pasan por este cuerpo -entre risas-”.
“Son tíos orgullosos, y yo lo estoy de ellos; es un oficio muy duro. Vi a mi padre levantarse a las 3 de la mañana con 40 grados a la sombra o con heladas, y ningún día faltó. Mi familia me ha enseñado esa cultura del trabajo”, añadió.
Con más de 98 nominaciones, 10 sold outs en el Movistar Arena de Buenos Aires y un hit viral a sus 28 años, la estrella pop explicó: “Me esfuerzo mucho, me gusta hacerlo, y soy una persona sacrificada; así que el sueño se ha hecho realidad gracias a eso”.
Por otra parte, la joven intérprete le habló a las futuras generaciones: “Hay mucha envidia, resentimiento, frustración. La gente a veces proyecta demasiada negatividad en uno, así que le diría que no se lo tome como algo personal, porque va a poder con todo. Y que también sepa esforzarse y hacer renuncias, porque eso es fundamental para poder cumplir un sueño”.
En 2012 superó a más de 20 mil aspirantes en un casting para 47 Street y más tarde mostró su faceta musical en redes sociales: “La guitarra que me regaló mi abuelo fue un empujón, porque ahí comencé a ver la música de otro modo. Aunque siempre supe que esto era para mí. Las redes sociales me ayudaron mucho, porque subía covers con la guitarra. Así me descubrió un productor y arrancó mi carrera”.