El pasado 24 de febrero en horas de la noche un tornado dejó a Patquía, departamento Independencia, en una situación desastrosa. Muchos techos volaron, árboles fueron arrancados y calles intransitables. La luz y el agua se cortaron y los vecinos en la mañana del 25 pudieron ver el estado en que había quedado su pueblo. Información aportada por el Área de Comunicación del Obispado.

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El padre Alexis, párroco del lugar, comentó que “esa mañana se encontró con un pueblo desbastado. El sentimiento que afloraba era el dolor, la angustia, la desesperación; sin embargo, después vino la acción solidaria de todos los vecinos para acompañar a las más de 40 familias que lo perdieron todo. La escucha fue una tarea importante, escuchar las historias y que compartieran todo lo que habían pasado y ayudarles a llevar esa mochila junto a otros. Esta gente perdió todo lo que tenían en su vida, lo poquito que habían logrado conseguir a través del esfuerzo por eso el impacto fue muy fuerte”.

Patricia, una de las vecinas nos dijo que “inmediatamente bomberos, policía, municipios y otras entidades se hicieron presentes para empezar a hacer transitables las calles, para proveer de luz, agua, elementos esenciales”.

Al mismo tiempo Cáritas Diocesana y comunidades cercanas hicieron llegar donaciones, otros fueron en persona y junto con la palmada en el hombro llevaron herramientas para limpiar y arreglar lo afectado. La solidaridad no sólo está logrando que la localidad poco a poco se ponga de pie sino especialmente que la tristeza y la desolación no los venza y mantener firme la decisión de reconstruir lo dañado.

Pablo, otro vecino, expresó que “esta difícil situación como consecuencia del fenómeno natural que causó destrozos en la cabecera y en algunos distritos del Departamento, encontró respuesta inmediata en todos”.

El administrador parroquial, Padre Alexis, junto al Equipo de Pastoral de la parroquia Santa Rosa, se puso en contacto con diferentes personas de la Diócesis, que pudieran colaborar para llegar a las familias damnificadas.

“Gracias a Dios –dijo el sacerdote– la cercanía de tantos hermanos no tardó en llegar, (ropas, calzados, repelentes, alimentos no perecederos, agua y velas, elementos de limpieza). Las instituciones que aportaron, además de las donaciones anónimas y las particulares fueron: Catedral de La Rioja, Cáritas Diocesanas, Cáritas Pastoral Social, parroquia El Salvador de Chamical, Cáritas Chamical, parroquia Chilecito, Cáritas Chilecito, Grupo Scout Guamatinag de Chilecito, parroquia de Ulapes, Cáritas de la parroquia de Olta, Equipo Crecer Sanos de La Rioja, santuario Nuestra Madre de la Merced, parroquia San Agustín, Valle Fértil, San Juan.

Todas las donaciones fueron entregadas a las familias damnificadas de Patquía y distritos del interior del Departamento. El Padre Alexis concluyó diciendo que “la visita del Obispo Dante fue muy alentadora. Como lo dice la teología, es el representante de Cristo en la Iglesia y en la Diócesis. Y así lo sintió la gente, su presencia nos animó en la esperanza para seguir y levantarnos ha sido fundamental. Ver su cercanía como pastor que se reunió con todos, celebró misa y se le cayeron las lágrimas al ver el lugar y escucharlos fue verdaderamente una caricia de Dios Padre”.

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