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En el día nacional del Bailarín se conmemora el legado de Jorge Donn

El día nacional del bailarín se conmemora cada 28 de febrero por el nacimiento del gran exponente argentino de la danza, quien se destacó por su talento, la participación en películas y producción coreográfica.



Jorge Raul Itovich Donn nació 28 de febrero de 1947, en El Palomar (Buenos Aires) e inició su formación, de pequeño, en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón de la mano de la emblemática coreógrafa y terapeuta de la danza María Fux.

A los 15 años, conoció al gran bailarín francés Maurice Béjart, una de las figuras de la danza más importantes del mundo, mientras se encontraba de gira por la Argentina con el Ballet del Siglo XX.

Béjart quedó fascinado con el talento de Donn y, con el tiempo, no duda en crear obras especialmente para él. Entre ellas, Bhakti (1968), Golestan: El Jardín de las Rosas (1973), Nuestro Fausto (1975), Leda (1978) y Adagietto (1981). Donn se convirtió en uno de sus intérpretes favoritos.

A lo largo de su carrera, Donn bailó con las mejores bailarinas rusas de la época, como Maya Plisetskaya, Natalia Makarova y Ekaterina Maximova, lo cual le permitió adquirir fama internacional. En 1976, fue nombrado director artístico del Ballet del Siglo XX, cargo que ejerció hasta 1988, cuando lo dejó para fundar su propia compañía, L´Europa Ballet.

Aunque triunfó como bailarín en Europa, adquirió un reconocimiento definitivo en 1982 con el estreno de la película Los unos y los otros (1981), de Claude Lelouche, en la que interpretaba a Boris Itovich (uno de sus apellidos reales). Se trata del personaje que lo consagraría para siempre por su interpretación del inolvidable Bolero, compuesto en 1928 por Maurice Ravel.

El cineasta quedó cautivado al ver el trabajo de Donn y propuso que ese mismo bolero quedara plasmado en su film, con el cual ambos alcanzarían fama mundial. Participó también en las películas Couleur chair, Je suis né à Venice y La vie d'un danseur. "La danza se hace de a dos, como el amor. Allí es donde se funden el creador y el intérprete", dijo una vez el bailarín en una entrevista. Otros hitos memorables de su trayectoria fueron Bhakti4 Nijinsky y Payaso de Dios.

A los 39 años, se lo vio bailar por última vez, en Madrid, donde interpretó el Bolero y Diva. El 30 de noviembre de 1992, víctima del SIDA, murió en Lausana (Suiza) con solo 45 años de edad. Maurice Béjart lo homenajeó con su Ballet por la vida.